Por: Francisco González del Valle
En: La Habana en 1841
Siempre fueron, y son, los cubanos fervorosos amantes de la música; y los de 1841 no habían de ser excepción. Al hablar de las diversiones a que eran especialmente afectos, nos referiremos a los aspectos más populares o frívolos de esta afición habanera: la ópera y el baile; y aquí reseñamos, según los periódicos de la época, el movimiento musical en cuanto a academias, profesores, conciertos y obras musicales publicadas en aquel año.
En estos aspectos de la actividad musical se destaca el entusiasmo de los aficionados, que habían creado dos sociedades donde con gran frecuencia se celebraban aplaudidos conciertos: la Academia de Declamación y Filarmonía de Cristina, mencionada en el capítulo referente al teatro, y en cuyas funciones nunca faltaba, efectivamente, la parte filarmónica, y la Sociedad de Santa Cecilia, fundada en 1830.
La prensa se hacía eco de esta afición, publicando trabajos sobre conciertos musicales, que también señalamos, y entre los que se destacan la traducción de un Diccionario de Música, y la sección fija que aparecía en el D. H. bajo el título de Sesiones líricas.
Almacenes de música.
Bellote, Juan Bautista.—Almacén de música, Habana 51, D. H., 3 de mayo, p. 3.
Botella y Trespuentes, Habana 186. Vendían instrumentos músicos y grababan piezas musicales. L. P., 2 de septiembre, p. 4.
Edelman, Juan Federico.—Almacén de Música, Obrapía N° 12. D. H., 10 de enero.
Se anuncia en el almacén de música de Edelman, en Obrapía No 12, un piano doble circular, de palo de rosa, con -dos teclados de seis y media octavas cada uno, en que pueden tocar cuatro personas, y que cerrado presenta una mesa redonda de 6 pies de diámetro. El anunciante dice que es tal vez el único que existe hoy en el mundo. D. H., 28 de junio, p. 3 .
Unión, La, en San Ignacio entre Muralla y Sol, se arreglan guitarras y violines. D. H., 2 de agosto, foll.