Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Durante el estallido de la Guerra del 95, Domingo Mujica fue fusilado en Matanzas por conspirador y Byrne le dedica un soneto que circuló manuscrito y sin firma aunque toda Matanzas sabía quién era su autor. Entonces Byrne tuvo que escapar a Tampa porque el gobernador mandó a decir al poeta que lo iba a encerrar en el Castillo de San Severino y en la misma celda donde estuvo Mujica. Allá escribió 39 sonetos para 39 héroes. Ellos conformaron el título de Efigies.
Estos son ejemplos que descuellan:
A Hatuey
¡Qué odio tan grande al español tendría
cuando subir al cielo no quería
por no hallar españoles en el cielo!
Era ser libre su constante anhelo
y por serlo luchó con energía
sin ver que no era tiempo todavía.
A Domingo Mujica
Cerca, la muchedumbre indiferente
para ver aquel crimen congregada,
mejor hubiera estado arrodillada,
que es la actitud que cuadra al impotente.
(Esta estrofa es una bofetada a los que solo eran espectadores)
A Armando Menocal
Hoy el verso palpita en la metralla
en el cañón está la sinfonía
y el cuadro en nuestros campos de batalla.
A Francisco Gómez
Como abandona un pájaro su nido
abandonó el hogar de sus mayores,
sus amigos, sus libros, sus amores,
y todo cuanto quiso y lo ha querido.
A Martí
Hoy que tu noble cuerpo ya no existe,
hoy que ha dejado de latir tu pecho,
se deja de pensar en lo que hiciste
para pensar en lo que hubieras hecho.
Bonifacio Byrne (Matanzas, 3 de marzo de 1861 – 5 de julio de 1936)
Obras: Efigies, Sonetos patrióticos, Lira y espada, Mi bandera, Entre los míos, El sueño del esclavo.