Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
La lechuza estaba durmiendo en la rama de un árbol.
Abajo cantaba el grillo y no la dejaba dormir.
–Oiga, señor grillo, no puedo dormir con ese ruido que hace.
–Pues es muy fácil arreglar eso. Váyase a dormir a otro árbol.
– ¡Malcriado! –gritó la lechuza–. ¡Si no se calla, bajo y le arranco una pata!
Pero el grillo siguió cantando.
Entonces la lechuza cambió de voz:
–Mi querido amigo grillo, ¡qué voz más linda tiene usted! Cuando dormía me pareció oír un violín.
– ¿Sí? Pues todavía puedo cantar mejor –dijo el grillo.
–Mire –dijo la lechuza–, aquí arriba hay una miel que es muy buena para la voz. Suba y comerá la que quiera.
–Está bien; ahora subo. Ya sabía que le gustaría mi voz.
Subió el grillo al árbol y la lechuza se lo tragó.
Después pudo dormir tranquila.
Herminio Almendros (España, 9 de octubre de 1898 – La Habana, 13 de octubre de 1974) entregó sus conocimientos, dedicación y amor a la promoción de la literatura infantil, legándonos una obra inapreciable y hermosa cuyo valor ha acompañado y acompañará por siempre a la infancia cubana. Como editor dirigió la primera editorial especializada en libros para niños. De su oficio nacieron Pueblos y leyendas, Cuentos de animales, Oros viejos, Cosas curiosas de animales, Nuestro Martí, A propósito de La edad de Oro y Había una vez, su más famoso libro, pero todos son puntadas de alegría en la vida de nuestros niños y adolescentes.