Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
LEER…
…TODA UNA AVENTURA
El lápiz, viejo amigo inseparable de todos nosotros desde la infancia, apareció en 1564 en Inglaterra y su producción masiva comenzó en Alemania en 1761. Un lápiz normal puede trazar una línea de 50 kilómetros de largo, escribir 45 000 palabras y admitir que se le saque punta 17 veces antes de ser mochito inservible. ¿Te atreverías a comprobar algo de esto? ¡NO SEAS LOCO! Conténtate con saberlo y ya.
JUEGOS
Juguemos con los sonidos
Objetivo
Se trata de hacer sonidos de tres maneras:
Soplando en el pico de las botellas
Golpearlas con una cuchara de metal
Golpearlas con un palito
Experimento
Juntamos 9 botellas de un litro.
La primera botella tendrá 1/8 de agua y 7/8 de aire.
La segunda tendrá 2/8 de agua y 6/8 de aire.
Y así seguimos hasta que la penúltima tenga 7/8 de agua y 1/8 de aire. La novena estará llena de aire.
Si soplamos al ras, observaremos que lo que ahí vibra es el aire.
Si utilizamos la cuchara o el palito, los que vibran son el agua y el vidrio. Ellos transmites las ondas de sonido.
Al final podrán soplar y tocar algo no muy melodioso pero sí muy original.
La risa, remedio infalible
Si tienes nervios de acero, preocúpate de que sean inoxidables.
¿Qué le dijo el huevo a la sartén? “Ya me tienes frito”
El león daría la mitad de su vida por un peine.
Si las casas fueran de madera de pipa, sobrarían los bomberos.
A cada disparo reculan los cañones como asustados de lo que acaban de hacer.
Queda despedido el espantapájaros si se le posa un pájaro en el hombro.
El pintor con la brocha pintando parece un pájaro con una sola ala.
Deben dedicarse al comercio quienes tienen orejas ideales para sostener el lápiz.
Amigo, ¿eres ya un lector? Respóndete tú mismo
Estamos en presencia de un lector cuando se ha observado que la persona mantiene una relación estable, libre, interesada, con los libros, guiada por una motivación de tal intensidad, que la lectura se ha convertido en una necesidad para cuya satisfacción se busca siempre el tiempo, porque no se concibe vivir sin ella.