Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado

Una niña,  que vive en un pueblito tan pequeño que no aparece en el mapa, logra  mostrarnos el atractivo mundo que existe para sus habitantes, para ella y para nosotros, en apenas dos calles y cuatro esquinas.

De la mano de Pelusa así la llama su abuelito y se le quedó el nombre llegamos a desear que acaben de colocar el pueblito en el mapa para volver a él cada vez que deseemos cazar cocuyos, recoger ciruelas en el verano, bañarnos en el primer aguacero de mayo, reunirnos con los chicos del pueblo para ver las cosas que Serruchini, el indispensable mago y  buena persona saca de su sombrero para alegrar a todos.

Pero también conocerán al “hombre del saco”, a Linda Robapelotas, una perrita que se enamoró de Blanquito, el perrito de la casa.

Carnavales no, no hay en Cuatro Esquinas, lo que hay es trochas para alegrarse una vez al año y un río para ir todos a matar el calor, la llegada alborotadora de un circo y la visita de las golondrinas que no necesitan mapa para regresar cada año.

¿Te das cuenta que te nacen las ganas de venir a Cuatro Esquinas aunque no esté en el mapa?

En la Sala Infantil de la Biblioteca Pública Provincial Rubén Martínez Villena podrás visitar el pequeño pueblito o llevarlo a tu casa por una semana y leerlo en voz alta a toda la familia. ¡Ah, casi se me olvida! Si tu abuelita vive contigo, entonces ella se va a divertir muchísimo con la abuelita de Pelusa. ¡Ya lo verás!

Loreley Rebull nació en la Colonia Española de Versalles, en la preciosa ciudad de Matanzas,  el 23 de mayo de 1947.