Por la promotora cultural Máyuly Fernández Acosta
Entre las obras nobles que auspicia la Oficina del Historiador es la bien lograda Aula Museo, labor por la cual han transitado o transitan fieles exponentes del arte de educar.
Enseñar es un acto inherente del ser humano, pero educar es un talento con el cual se nace, se multiplica y muchas veces se hereda. Un ejemplo de lo expuesto se denota en el dúo conformado por Rita e Isis, maestras que han realizado un trabajo eficiente en el Aula Museo de nuestra institución.
Es preciso felicitar a todos los trabajadores que laboran en la biblioteca, porque de una forma u otra, son promotores de la cultura e identidad cubana y predicadores del aforismo de Luz y Caballero:
“Quién no sea maestro de sí mismo no será maestro de nada”.