Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Mongana, la abuela de Nílrem, siempre soñó que su nieto fuera mago de circo y por eso le puso ése nombre que es igual al del famoso mago Merlín, pero al revés. Nílrem no se negaba a ser mago pero la verdad, no ponía una bien, hasta que un día… apareció el conejo Cataplúm. Si leen esta historia estaremos de acuerdo en que cuando a una abuela como Mongana se le mete algo en la cabeza, todos en casa tienen que hacerse a un lado, morder la lengua, salir a dar un paseo o complacerla en lo que pida y darle la razón para evitar una tempestad. Pero nada hay que temer porque Mongana adora a su nieto y quiere lo mejor para él. Y lo mejor fue que llegara Cataplúm y que Nílrem conociera a sus padres y que ellos le dejaran un regalo sacado de un sombrero. No les cuento más. Disfruten esta ocurrente y divertida historia y quizás, por primera vez, les pase por la mente convertirse en magos y así viajar de pueblo en pueblo entre aplausos de la gente y llegar actuar en Salsipuedes, el pueblo donde sucede este simpático cuento.
José Manuel Espino Ortega (Colón, Matanzas, 31 de agosto de 1966) acumula siete premios La Edad de Oro entre 1995 y 2014 en los géneros de poesía, teatro, leyendas campesinas y literatura preescolar. Sus más de veinte títulos dedicados a la infancia y la adolescencia lo sitúan en una hermosa y muy alta posición que le acumula más de treinta premios y en el año 2000 recibió la Distinción por la Cultura Nacional. Su obras puedes hallarlas en nuestra Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena y seguramente no hay una biblioteca escolar o pública en el país que no posea algunas de ellas.
“He tenido suerte —afirmó en una entrevista— pues con 21 años ya tenía publicado mi primer libro. Nunca me he movido de Colón y eso rompe el mito de que para que te conozcan tienes que vivir en la capital.”