Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Me llamo Talía y voy al segundo grado. Aprendí a leer y a escribir, pero hay palabras difíciles. Las únicas hojas que yo conozco son las de las libretas y los libros, bueno, y las de las plantas, pero hablo de las hojas donde se puede escribir. Mi mamá trae siempre del trabajo una maleta y la pone encima del escaparate para que yo no la alcance. Me dice: “Talía, tú no sabes lo que pasaría si pierdo un papel de esos. Esos papeles son muy importantes”, y cuando dice el muy, parece una vaca. No me quiero burlar de ella, es verdad que parece una vaca. Entonces un día me subí al librero y cogí la maleta de los papeles. Allí solo había hojas con cosas escritas y yo me asombré, ¿esos eran los papeles tan importantes? Aquella vez yo estaba en primer grado y no sabía leer de corrido, por eso me quedé sin saber qué decía allí. Pero sí aprendí algo: las personas mayores escriben en los papeles las cosas importantes para ellos y si uno quieren que entiendan, hay que escribirles papeles. Por eso empecé a escribir los míos. Ahora los leo otra vez y quiero que los lean Ana Carla, Aiara, Camila, Betsy, y todas las niñas que quieran leerlos. Los niños también pueden, si quieren.
PAPEL DE AMIGA, PAPEL MOJADO, PAPEL DE LA NIÑA DE OJOS AZULES, PAPEL DE MAMÁ y PAPEL DEL ZOOLÓGICO, son los papeles que hallarán los lectores dentro de este pequeño libro que nos hace aprender a mirar y entender mejor la infancia sin dejar de sonreír.
Mirtha González Gutiérrez, narradora y poetisa. La mayor parte de sus obras están dedicadas a la infancia y la adolescencia. Sus cualidades la llevaron a dirigir por varios años la Editorial Gente Nueva y más tarde, en 2007, a dirigir por varios años La Cámara Cubana del Libro.