Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Carta de un brigadista a su amiga brigadista
Querida amiga:
¡Qué bueno que me conociste como realmente soy! No te he ocultado ni el más mínimo detalle de interés, de los que hicieron de estos siete meses la primera y más apasionante experiencia de mi joven existencia.
No sé si cuando regrese a mi pueblo te vuelva a ver. No sé, incluso, si vuelva a él. Tal vez, tú también te habrás acogido a algún plan de becas. Quizás nos encontremos un día en la escalinata de la Universidad, o realizando un proyecto de investigación en alguna comunidad rural del país. Pero, nos volvamos a ver o no, quiero que sepas que siempre estarás a mi lado, porque conmigo estuviste cuando alfabeticé, día tras día, en las páginas de este diario. De ahora en adelante, no importa lo que tú hagas y lo que yo haga. Ambos, hermanados por el amor y la amistad, hicimos crecer la buena hierba del lado de donde nace la esperanza. Y eso ya nadie ni nada nos lo podrá quitar.
Tuyo siempre
(texto tomado de Un año de todos, diario de un brigadista, del autor Jorge R. Bermúdez)