Mensaje del escritor cubano Maikel José Rodríguez Calviño en el Día Internacional del Libro Infantil en el Jardín Ecológico (calle Mercaderes, Habana Vieja) durante la Fiesta Infantil del Libro 2022 en las Aulas Museos, dedicada al 217 natalicio del escritor danés Hans Christian Andersen.
Querido Hans:
Se me ha encomendado la misión de escribirte una carta por tu cumpleaños, a celebrarse el próximo dos de abril. Otros autores cubanos han cumplido satisfactoriamente con dicha responsabilidad; espero estar a la altura, pues conozco a muchos y los admiro bastante. Algunos son, incluso, amigos míos.
Se me ha encomendado la misión porque soy escritor para niños, adolescentes y jóvenes. O sea, que somos colegas. Aparte de eso, tenemos otras cosas en común: yo también soy un cantante frustrado (los vecinos me mandan a callar cuando me escuchan vociferar en la ducha), he tenido amores imposibles y en algún que otro momento quise ser actor o bailarín, e incluso pintor, químico o arreglador de techos. Quise ser muchas cosas, menos escritor. Y ya vez: eso soy, como tú.
Crecí leyendo tu obra y la de otros, pero nada más. Nunca creí que llegaría el momento de crear mis propios personajes y llevar sus aventuras al papel. Hoy en día, no puedo vivir sin escribir, como tampoco puedo vivir sin libros. Tengo la cabeza llena de historias que se apretujan y chillan y empujan y se ponen zancadillas las unas a las otras y tratan de que las escriba primero que las demás, lo cual, a veces, es bastante molesto. ¡Pero qué te voy a contar a ti, que eres un cuentista por excelencia! Apuesto a que muchas de tus historias te provocaron más de un dolor de cabeza… Hay quien cree que escribir es fácil, pero es difícil, muy difícil. Es una lucha con uno mismo, y esas batallas son las más complejas de librar.
Escribir en Cuba es complicado. Publicar un libro, más. Igual, eso no me detiene. Ni a mí ni a los que, como yo, hemos nacido para contar historias. Cuando se es narrador (un narrador de verdad), es inevitable contar, tú lo sabes muy bien. No importan las circunstancias ni las adversidades: contar es nuestra razón de ser, nuestra misión en este mundo; es algo mágico que nos hace vivir mil vidas en una sola y ser muchas personas siendo apenas una. En estos momentos nuestro trabajo es muy necesario. El mundo nos necesita como nunca antes.
Dicen por ahí que un escritor es la mezcla de todos los escritores que ha leído. Entonces, el escritor que yo soy tiene dentro, en alguna parte, un trocito de ti.
Eso me alegra mucho. ¿Será ese trocito uno de los que, todos los días, me impulsan a sentarme frente a la computadora y escribir? Estoy convencido de que sí. A fin de cuentas, tú has sido uno de los responsables de que me gusten tanto los libros, y de que, en determinado momento, me dijese: «Maikel, hasta ahora te has limitado a leer historias ajenas. ¿Por qué no te sientas e intentas escribir una?» Hoy, a pocos días de celebrar tu cumpleaños doscientos diecisiete, quiero agradecerte por eso. Tú, junto a muchos otros escritores que admiro, me enseñaste el camino que habré de seguir por el resto de mi vida. Casualmente hoy celebramos el Día del Libro Cubano, así que todos los autores, editores, ilustradores, diseñadores, impresores y libreros estamos de fiesta, ¿y qué mejor modo de celebrar que visitarte y pasar un rato contigo?
Bueno, esta carta casi-casi llega a su fin. Estoy trabajando en un nuevo libro y quiero terminarlo cuanto antes. Tú me entiendes, ¿verdad? Además, hay varios niños aquí que han venido a felicitarte, y no quiero robarles su tiempo.
Gracias nuevamente. Sin más, se despide te ti…
Maikel José Rodríguez Calviño
31 de marzo de 2022