Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Ése don de firmeza y seguridad
Camilo poseía el don de la firmeza y la seguridad, si notaba en alguien cierta debilidad o temor, sabía transmitirle optimismo y confianza. Como uno de los ejemplos que apoyan esta afirmación, recuerdo que en cierta ocasión fuimos a la entonces Playa de la Concha, para nadar. Estando en el agua me dice:
–Rafa, ¿ves aquel trampolín?… vamos a nadar hasta allá.
Como el trampolín estaba un poco alejado le dije:
–Camilo, yo no puedo llegar hasta allí. Entonces me contestó:
–Sígueme, sígueme…
Y uniendo la acción a la palabra, se lanzó a nadar, y yo su lado. Pero, al llegar al trampolín no paró, y me dijo: Ahora hasta El Náutico.
Lugar más distante- y llegamos hasta El Náutico. Hoy todavía me asombra, pues nunca antes yo había podido nadar tanto.
Aquella sonrisa de Camilo
Su sonrisa de victoria
dijo al clamor popular
que juntas pueden andar
la sencillez y la gloria.
Jamás tan brillante historia
tuvo menos arrogancia
y hasta el nombre –resonancia
de chispas, llamas de cielo–
legendario caramelo
fue en los labios de la infancia.
(Fragmento poema del Indio Naborí)