Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Edgar Allan Poe es, de manera indiscutible, uno de los autores del género de terror y policíaco más importantes de la historia de la literatura universal.
Edgar allan Poe, Walt Whitman, Nathaniel Hawthorne, Herman Melville, Emily Dickinson, y los Trascendentalistas, representan la primera gran generación literaria producida en los Estados Unidos. Poe nació el 19 de enero de 1809 en Boston, Massachusetts, U.S.
Varias tristezas contribuyeron a construir su atormentada creación literaria habitada por esos fantasmas insondables y eternos pobladores del inconsciente humano.
Cuando tenía 14 años escribió el poema A Helen, para la que fue su primer amor: la madre de un compañero de clase que murió de manera repentina.
A los 27 años se casó con su prima Virginia, que sólo tenía ¡13 años! Fueron muy felices pero, a los pocos años, ella contrajo tuberculosis y murió, haciendo que la vida de Poe, desde entonces, estuviera marcada por un notable halo de tristeza.
El 3 de octubre de 1949, Poe fue encontrado en las calles de Baltimore, con ropa que no era la suya y en un estado delirante. Fue llevado al Washington College Hospital, donde murió a las 5 de la mañana del domingo 7 de octubre. Se dice que en sus últimos momentos Poe invocaba obsesivamente al explorador Reynolds, de La narración de Arthur Gordon Pym. En ningún momento tuvo la lucidez necesaria para explicar de forma coherente cómo había llegado a dicho estado.
Otro de los misterios en torno a la muerte de Poe es el del “Brindador”. En la madrugada del 19 de enero (fecha de nacimiento del escritor) de 1949 un visitante desconocido, vestido con capa y sombrero negros y un bastón con empuñadora de plata, dejó su particular homenaje sobre la tumba: media botella de cognac y tres rosas rojas. Nunca fue identificado, pero acudió puntualmente a su cita anual hasta 1998, año en que falleció. Por cierto, en la Edgar Allan Poe Society de Baltimore se conservan varias de estas botellas.
“En la Narración de Arthur Gordon Pym de Nantucket”, Poe relata las desventuras de la tripulación de un bote que decide comerse a uno de sus integrantes por la falta de alimentos a bordo. Con Los crímenes de la calle Morgue inventó la narración policial.
Si quieres, o mejor dicho, te atreves a ambientar las lecturas de sus cuentos, apaga las luces, prende una vela y abre uno de sus libros.