Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
En este cuento, el exitoso autor cubano Joel Franz Rosell expresa con toda claridad y belleza que el sentido de ser de todo libro es compartir con los lectores el mensaje que guardan cuidadosamente sus páginas. La historia trata entonces de un libro de cuentos que se niega a permanecer ignorado en la estantería de una biblioteca y que como un chico rebelde, decide con todas sus fuerzas recobrar su razón de ser. No importa que tan valioso pueda ser un libro, únicamente si llega a manos de los lectores (vuele) y comparta con ellos las palabras que lleva impresas en sus páginas (cante) podrá darle sentido a la metáfora del libro como pájaro. El vuelo, el canto, la libertad, atributos esenciales de las aves, son trasladados por el autor al objeto de papel para compartir con los lectores un mensaje claro y transparente expresado de forma atractiva.
El libro de cuentos que se aburría en un estante de la sala juvenil de la biblioteca, sin que los usuarios se fijaran en él, se niega a ser ignorado eternamente. Con gran esfuerzo decide que su existencia tiene que cambiarla él mismo. Tras varios intentos fallidos y uno exitoso –que no les quiero contar aquí–, logra por fin realizar sus sueños: ser el pájaro-libro que narra, a viva voz, sus historias en el parque. El cuento es una celebración del libro como objeto vivo, capaz de insertarse en espacios múltiples y de transformar la vida de las gentes, pero, también, un canto a la voluntad y una invitación a descubrir las maravillas que pueden esconderse entre las tapas de un tomo cualquiera de la biblioteca, por más olvidado, amarillento y lleno de polvo que esté. Los dibujos realizados por el artista cubano Ajubel merecieron el premio a las mejores ilustraciones infantiles editadas en el 2002, otorgado por el Ministerio de Cultura de España.
Escritor, ilustrador y especialista en literatura infantil y juvenil, Joel Franz Rosell (Cruces, Cuba, 1954) es licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas. Ha trabajado como especialista literario del Ministerio de Cultura de Cuba y como profesor, bibliotecario y periodista en Radio Francia Internacional. Dejó Cuba en 1989 para residir en Río de Janeiro, Copenhague, Buenos Aires y París. “Prefiero a los más jóvenes como destinatario porque me gusta crear universos fantásticos (con cimientos realistas) Los chicos, en cambio, me creen a pie juntillas todas mis “mentiras”. Y esas “mentiras”, fervorosamente construidas, son mi verdad estética.”. Cada año Joel participa en la Feria Internacional del Libro de La Habana y siempre dona un ejemplar de sus nuevas obras a la Biblioteca Pública Provincial Rubén Martínez Villena en Habana Vieja.