Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Una propuesta para jugar y animar a escribir
La sonoridad y el ritmo son elementos del lenguaje que despiertan gran placer en los pequeños. Ellos ya las han disfrutado cuando les cantaban nanas, cancioncillas que todas las culturas emplean para dormir y acunar a los bebés.
Podemos proponernos el escribir con los niños una oración lo más larga posible donde todas las palabras comiencen por la misma letra. Este predominio fonético les obligará a realizar creaciones divertidas y absurdas que constituyen una relación más libre y rica con la escritura, por ejemplo:
Para papá preparar pan con pasta puede parecer perfecto porque lo primero para papá es el pepino y la pimienta prensados y puestos a pudrir.
Mamá mira a Manuela y Manuela mira a mamá más no me miran a mi y me muero por mamá y por Manuela.
Podemos trabajarlas individualmente o por equipos, todos con la misma letra o todos con letras diferentes y declarar ganador al que más palabras logre enlazar.
Otra variante es darles dos letras para que las alternen, por ejemplo:
Marina Escalona miraba entristecida mis espinacas mas estropeadas y mientras esperaba masticaba estrepitosamente mis mandarinas.
Para cualquiera de estas tareas debemos dar un tiempo en minutos.