La apertura de la Jornada por el 55 aniversario  de la fundación de la Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena tuvo lugar en la mañana del 23 de febrero. Estuvo presidida por Eusebio Leal, Historiador de la  Ciudad, Antonio Guerrero, Héroe de la República de Cuba; Lesbia Méndez, directora de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de La Habana; y Regla Perea, directora de la biblioteca.

La gracia y el ritmo característicos del Ballet Infantil y Juvenil de la Compañía Lizt Alfonso, presentado por la narradora oral Mayra Navarro, dieron inicio a los festejos con las coreografías “Renacer” y “La llave” en los portales de la institución. Hombre de luz y Paz y Justicia y libertad fueron las canciones interpretadas por la solista de la ANCI Daylin Rosabal Pérez.

Una emotiva evocación de los versos de Villena llegó al escenario con la declamación de “La pupila Insomne” por el director del grupo Para contarte mejor Benny Seijo, antecedido por los poemas musicalizados “El anhelo inútil” y “Ofrenda” en la voz de la trovadora Ivette Letusé, finalista del Premio de Creación Ojalá 2010.

En la presentación de la exposición “Mensaje de cubanía” en la Galería Rubén Martínez Villena, el Dr. Leal al referirse a Tony Guerrero tituló su breve pensamiento “A un amigo que antes me fue desconocido”, con quien mantuvo una correspondencia no exclusiva, “que pertenecía a todos aquellos a los cuales desde la infinita soledad se escribía siempre con aliento y con esperanza”.

Al hablar de las obras expuestas expresó que atravesando barreras “llegaron las pinturas de alguien que, quizás tuvo la inclinación, en lo recóndito de su alma la vocación y la inspiración también para hacerlas, no creyó nunca que tendrían ni tal efecto, ni tal significado, ni tal alcance para tantos […] Y es que el sentimiento de lo cubano difiere de eso que se llama la cubanidad. La cubanidad es como una vulgarización de lo primero; la cubanía es más profunda, es más radical y la palabra radical viene de un término, radis (raíz). Es por eso que él cultivó allí, en el pequeño infierno que en el nombre y por Cuba le fue deparado, la raíz de Cuba y la cultivó lágrima a lágrima, verso a verso, golpe a golpe, como también escribió una vez el poeta”.

Agregó que “decir cubano, como decía Martí, era algo más, era lo que él definió como un dulcísimo misterio, que se revela en nuestras costumbres, en nuestra espiritualidad, en nuestra universalidad, en nuestras avidez de conocimiento, en nuestro amor por la vida y en última instancia en nuestro probado y más que probado espíritu de sacrificio”.

Se dirigió a Antonio Guerrero como representante de “un grupo de cubanos virtuosos, hombres de bien, hombres naturales como todos los hombres, hombres que sufren, que se equivocan, que aman, que sueñan, pero que han demostrado entregando una parte de la vida y además trayéndonos algo muy hermoso […] la felicidad de ese pueblo como único precio digno que puede pagarse”.

Antes de dejar inaugurada la exposición, Antonio reveló que Eusebio fue el receptor de esos retratos y estimó oportuno hacer una breve explicación de los mismos. No pudo describir la emoción que le causó ver en esa galería sus obras, que ya había visto expuestas en una sala de la biblioteca durante una visita anterior. Explicó sus inicios en la pintura durante la prisión, especialmente en la técnica del pastel, y consideró que “lo más grande que tienen no es la calidad artística en sí porque en realidad están hechos sin conocimiento, sin contraste, sin estudio […] Lo más grande que tienen es que esos pasteles evidencian lo que llevábamos los Cinco en el corazón, que es nuestra historia, que son los valores que aprendimos de aquellos que entregaron su vida por la Patria”. Agradeció a los presentes, a Eusebio, a los compañeros de la biblioteca y del Museo de Historia Natural, a los niños, e invitó a todos a disfrutar estas obras, realizadas entre el 2005 y el 2006.

Seguidamente los asistentes fueron invitados a pasar al lobby del teatro de la biblioteca para apreciar la muestra filatélica “Villena en el sello cubano” y participar en la cancelación del sello conmemorativo del centenario de Villena en ocasión de este aniversario de la institución, cuyo colectivo otorgó un reconocimiento al Museo Postal de Cuba por sus 50 años de fundado y por el Día del Trabajador de las Comunicaciones.

El escritor y editor Esteban Llorach, merecedor de un diploma por su colaboración durante todos estos años de trabajo, aprovechó el espacio para felicitar a los bibliotecarios y donar 55 libros de su colección personal autobiografiados por sus autores.

También fueron reconocidos por su activa participación en el programa cultural del centro el grupo Para contarte mejor y la narradora Mayra Navarro, quienes cerraron la celebración del día con fragmentos de “Entre cuentos anda el cuento”, espectáculo ganador del premio Juglar otorgado por la sección de Artes Escénicas de la UNEAC y concebido para homenajear a Samuel Feijoó, el Sensible Zarapico que iba escarbando la cubanía y supo erguirse sobre el asfalto.