Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Para sembrar lectores en el hogar hay que poner en práctica las siguientes recomendaciones:
- El libro debe ser visto en el hogar como un objeto valioso, querido, importante. Utilice libros como premio, como regalo para estimular al niño.
- Nunca compare las habilidades de un niño con la de otros. Cada cual tiene su ritmo. Las comparaciones molestan y desestimulan. No lo interrumpa para corregirlo mientras lee en voz alta; al contrario felicítelo por sus avances y muestre interés en escuchar otra vez esa lectura.
- Es magnífico tener un espacio para los libros en casa. Invite al chico a que coloque sus libros en un estante junto a los de las personas mayores.
- Enséñele a cuidarlos y valorarlos. Si alguno se estropea, invítelo a repararlo juntos.
- Haga que su hijo lo acompañe en visitas a bibliotecas y librerías. Consúltelo al momento de escoger.
- Comente con el niño sus lecturas de adulto y pídale que él le cuente, a su vez, sobre lo que lee. Ese será un diálogo muy enriquecedor.
- Cuando el niño termine una lectura, no lo someta a un interrogatorio de examen. Mejor espere un momento oportuno, en que ambos estén relajados para conversar, para compartir criterios e impresiones.
- Si usted no lee, le va a resultar muy difícil convencer a un niño de que leer es útil y agradable. Trate entonces de descubrir, junto a su hijo, el encanto de la lectura.
La risa remedio infalible
¿Por qué el gato dice miau? – Porque no sabe otras letras del abecedario
¿Para qué se bañan los niños? – Para ensuciarse
TRÁBATE LA LENGUA
Compadre, ¿compra coco?
-No, compadre,
porque como poco coco como
poco coco compro.
Corazón de chirichipá,
ojos de chirichipén,
tú que me has chirichipado
desenchirichipamé
ADIVINANZA
Agua que nació solita
en su vasija cerrada.
¡Hay que subir larga escalera
para poder alcanzarla!
Y quien quiera disfrutar
el agua dulce y helada
deberá romper de un tajo
la vasija cerrada.