Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Había una vez…
Nacido
en Albacete, España, el 9 de octubre de 1898 y fallecido en La Habana, el 13 de octubre de 1974, Herminio Almendros Ibáñez llegó a ser muy merecidamente cubano, por su amor por Cuba y su importante contribución a la cultura nacional. En su primordial condición de educador, abrazó el pensamiento martiano mucho antes de que apareciera su importante libro A propósito de La Edad de Oro de José Martí (1989). Los textos compilados por Almendros en Había una vez… recogen los considerados clásicos de la literatura para niños. La intención didáctica no disminuye el disfrute artístico y humorístico, sino que la ética y la estética se entrelazan como legado del modelo martiano.
El soldadito de plomo demuestra cómo un defecto físico no trae como consecuencia incapacidad para amar y ser correspondido.
En Había una vez… encontrarás cuentos que exaltan el valor del trabajo, la necesidad de hacer el bien en beneficio de la colectividad, la solidaridad, que el tamaño por pequeño que sea no determina el triunfo, que la inteligencia y el valor son vías para vencer los retos de la vida, las peligrosas consecuencias de la irresponsabilidad y entre otras muchas enseñanzas, el respeto a las diferencias físicas y culturales. Como Martí, Almendros fue contrario al desarrollo de mentalidades sumisas y faltas de originalidad.
No
me muevo ni poco ni mucho
y en mi aparador hago centinela.
No me muevo ni poco ni mucho
viendo a doña Rata por dónde secuela.
Y si, andando el tiempo, llego a capitán,
tres galones de oro mis mangas tendrán.
Y si, andando el tiempo llego a capitán,
me uniré con una muñeca de palo.
Le pondrán sus damas, linda y blanca toda,
su traje de cola, del novio regalo,
y alegres tonadas del clarín oiréis
como cuando celebran su boda
la reina y el rey.
(autor: Tristán Klingsor)
