Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado

Pilar y sus amigos evitan un robo en la mansión del Halcón Marqués

La niña Pilar de Espuma tiene dos vecinitos, uno es flaco y el otro gordo. La curiosidad, que es una importantísima cualidad de la infancia de todos, hace que Pilar se aventure a demostrarles que ella es capaz de descubrir el misterio que rodea a la gran mansión abandonada y según el vecindario está llena de misterios, duendes y brujas.

Pilar se trepa en un framboyán para pasar del otro lado de la verja de hierro y luego de rodear la casona regresa a contarle al Gordo y al Flaquito que ha logrado ver a través de una rendija una sombra volar dentro de la oscuridad. Los tres deciden volver la próxima tarde a las seis para seguir investigando aquel misterio pero en la madrugada el Halcón Marqués se presenta en la ventana del cuarto de Pilar. Lo que hablaron no se los diré aquí pero terminaron dándose la mano y el ala. Esa tarde, después de contar el Gordo lo que escuchó decir a dos ladrones, los tres amigos deciden, gracias a la inteligente Pilar, que los tipos esos buscan algo que perteneció a una antigua reina de Francia. Con la ayuda de los muchachos la policía logrará capturar a los delincuentes con las manos en la masa, como le gusta a la autora de esta historia, pues ella siempre defiende las iniciativas y la inteligencia de las niñas y niños porque “ellos son la esperanza del mundo”, como bien dijo nuestro José Martí.

Las ilustraciones interiores son muy lindas y acompañan muy bien la historia, fueron realizadas por Maritza Miari Gutiérrez. La edición es de Ediciones UNIÓN, 2004.

Olga Marta Pérez Fernández. Narradora, poetisa y editora de profesión. Su obra para niños y jóvenes ha sido reconocida en concursos como La Edad de Oro, La Rosa Blanca y Pinos Nuevos. Es, además, guionista de historietas, así como de radio y televisión. Ha creado personajes imprescindibles (La Maga Maguísima, Papatino y Mamagorda) en la literatura infanto-juvenil cubana. A estas edades les ha dado más de 25 títulos. En 2015 recibió el Premio Nacional de Edición. Al autor de estas líneas le contó que ella nació en Cárdenas el 21 de septiembre de 1952, pero la inscribieron en Matanzas adonde fue a vivir con 10 meses de nacida.