Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
“Raúl salió de su escuelita hacia el aula inmensa de la patria…”.
El retorno del maestro es la luz primera para iniciar, desde el corazón, la carrera de maestro en nuestro país. Fue otro poeta, Félix Pita Rodríguez, quien presentó la colección de versos que, con la firma de Raúl Ferrer se publicaba, hace ahora tres décadas, bajo el título El retorno del maestro,(Editorial Gente Nueva, Colección Biblioteca Escolar, La Habana, 1990, 170 pp).
La historia del maestro de la aulita en el central Narcisa, es indispensable para la formación pedagógica y las enseñanzas que ofrece la entrega total de pensamiento y acción de Raúl Ferrer, constituyen un regalo imperecedero en la memoria de cualquier lector. Dirigente fundador del Sindicato de la Enseñanza, su quehacer merece el homenaje permanente de las actuales y futuras generaciones de docentes. Como maestro se inició en una escuela primaria en el central Narcisa, donde además se convirtió en un líder social. La tiranía lo dejó cesante dos veces y también se vio en la obligación de reponerlo. A propósito de este hecho, Raúl escribió la famosa Carta Abierta al Magisterio Cubano, documento que tiene un tremendo valor político. Después vino el seguimiento, la batalla por alcanzar el sexto grado, y creó el texto Vademécum, una especie de compendio de todas las asignaturas, que tuvo un impacto tremendo, pues se dirigía a los trabajadores que querían estudiar de manera autodidacta”.
Conformó otros calendarios, teniendo en cuenta a quienes laboraban en las montañas, en el café, en el tabaco, en las zonas rurales, urbanas, suburbanas, para que no perdieran los estudios en plena zafra. En esto contó con el apoyo incondicional de la Central de Trabajadores de Cuba, los sindicatos, y los departamentos de capacitación de las empresas.
Luego de que Cuba fuera declarada libre de analfabetismo, Raúl Ferrer fue designado asesor nacional de la Educación Obrera y Campesina para garantizar la superación de los recién alfabetizados. Más tarde se desempeñó como viceministro de Educación, etapa en la que se libraron las batallas por el sexto y el noveno grados.
El retorno del maestro agrupa en tres secciones casi un centenar de poemas, escritos entre 1938 y 1978. Se enriquece con las ilustraciones de la artista Miriam González Giménez, quien logra con talento e imaginación, recrear los textos reunidos y acercarnos mejor al universo del poeta.
Raúl Ferrer murió en La Habana el 12 de enero de 1993; en la despedida del duelo su intelectual amigo Enrique Núñez Rodríguez significó: “De su escuelita del central Narcisa salió hacia el aula inmensa de la patria…”.