Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Inaugurada el 8 de abril de 2006 por el inolvidable Premio Nacional de Edición 2003, Esteban Llorach Ramos (Matanzas, 4/8/1950 – 24/11/2019) en la Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena, Oficina del Historiador, como parte de una estrategia en la que ella, en sí misma, es una pieza o eslabón que pertenece a un pensamiento y acción más abarcadores, la Galería de Autores para Niños y Adolescentes Eduardo Muñoz Bachs devela la existencia de una acción genuina a favor de la cultura y de la identidad nacional, imprescindibles ambas para la existencia de cualquier nación o grupo cultural.
De su enraizamiento en las más nuevas generaciones, resultará el amor a lo nuestro y a nosotros mismos, este mismo amor señalará lo que debemos salvar y defender. Galería singular integrada, hasta el momento, por 53 retratos de personalidades cubanas de las letras para niños y jóvenes, cuya presencia y crecimiento en número está en absoluta dependencia de la decisión de la Sección de Literatura Infantil y Juvenil de la UNEAC que otorga los premios Especial y Magistral La Rosa Blanca y de un amistoso apoyo de financiación.
Las acciones de la Galería están destinadas a afianzar la presencia de la biblioteca en la vida ciudadana, por medio de la explotación de su infraestructura para colaborar eficientemente con los intereses de nuevas categorías de aliados: los creadores de la literatura infantil y juvenil (escritores, investigadores, ilustradores, editores, casas editoras, miembros de talleres literarios), y mediadores como bibliotecarios, libreros, cuenteros, promotores y animadores de la lectura, docentes y, potencialmente, progenitores y tutores de menores, llegando hasta los trabajadores sociales. Interesados todos -en diferente medida- y ocupados los más, en aportar esfuerzos que garanticen el presente y el futuro de la lectura.
Un viejo anhelo de los autores para niños y jóvenes: contar con un espacio que reconoce y dignifica a los creadores, se hizo realidad gracias a la aprobación del “proyecto-sueño” –como lo calificara Enrique Pérez Díaz, entonces presidente de la Sección de la LIJ cubana (1993 – 2008)– de Adrián Guerra Pensado, responsable de la antigua Sección de Bibliotecarios para Niños de ASCUBI que removió cielo y tierra, asilos, familiares y vecinos de los ya fallecidos, archivos y hemerotecas y visitó los hogares de los premiados para tomarles fotos y testimonios y verificar las fechas. El proyecto recibió el decisivo apoyo del doctor Eusebio Leal Spengler, inolvidable Director de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.