Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Verdadera poesía es la que nos pone frente a la belleza oculta de la vida, dejándonos buscar la respuesta a solas. ¿Qué importa que los poemas, o los lectores, tengan pequeño o grande el tamaño?
Las palabras serán siempre mágicas, abriéndonos los ojos a la verdad del sol y la luna, del tomeguín y el caballito de mar, de la montaña y el río y los ciclos del agua, del comandante que se atreve a arrancarle a la mañana las semillas de un hoy nuevo y el campesino que con amor las siembra en una tierra ya de todos.
Son palabras hermosas y sabias de Eliseo Diego (La Habana, 2 de julio de 1920 – México, 1 de marzo de 1994).