Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
LEER…
…TODA UNA AVENTURA
La lectura no es un hábito. Es un placer que se adquiere después de muchos encuentros agradables.
Los libros son objetos que sirven para jugar con el pensamiento, con la imaginación y con el lenguaje. A partir de ahí, las posibilidades de lo que sus páginas nos pueden dar son ilimitadas.
¿Pero a qué edad debemos empezar a estimular a los niños para que lean?
Tendemos a pensar que el aprendizaje de la lectura es un asunto que compete a la escuela, lo cierto es que la oportunidad de compartir y de comunicar se da desde el primer año de vida del bebé. ¿Hay que leerles desde entonces? Sí, el primer año de vida es uno de los más importantes para el desarrollo de algunos aspectos como el de aprender a escuchar. En esa etapa los bebés responden a los sonidos, reconocen voces familiares y registran algunas palabras asociadas a sensaciones agradables o desagradables.
La mejor manera de enriquecer el mundo sonoro del bebé es hablándole, cantándole y leyéndole. Un bebé al que se le habla está preparando para explorar verbalmente el mundo que le rodea y recibe el estímulo necesario para desarrollar el lenguaje. Él querrá emitir sonidos, expresarse. Cuando tiene entre 2 y 4 meses se le pueden mostrar libros con ilustraciones grandes, sencillas y de colores brillantes. Los dibujos de rostros son los favoritos hasta los seis meses. Entre los 8 y los 14 meses los mejores son los que refuerzan la repetición de sonidos de animales o de objetos que se encuentran en la casa o en la calle. La señalización de imágenes es ya una primera forma de leer.
El libro en manos de mamá o papá será para el bebé una señal de que a continuación tendrá un buen rato de esparcimiento compartido, de amor y de aprendizaje.
En la biblioteca padres y pequeños hallarán todas las bellezas del mundo y el placer de encontrar otras familias con igual intención en el mismo sendero.