Por Rafael Fernández Moya
La historia del pueblo de Grecia, su filosofía impartida desde 1797 por José A. Caballero en el Seminario San Carlos y la enseñanza de su lengua dirigida por José de la Luz Caballero en los colegios San Cristóbal y El Salvador, están presentes en el proceso de desarrollo de la identidad cultural del pueblo cubano.
Grecia, cuna de la civilización occidental, como señaló José Martí: “es aún madre perenne y admirable, no ha perdido sus formas a pesar de haber amamantado tantos hijos”; incluidos él, autor del artículo sobre la homérica Ilíada publicado en La Edad de Oro; y los solidarios José M. Heredia, “el Homero cubano”, compositor de “A los griegos, en 1821”; y Joaquín L. Luaces, de “La caída de Misolonghi”.
De la mitología griega Apolo, dios-sol y de la música, ha sido el más popular. Aparece en la toponimia habanera: su nombre fue dado a un arroyo en cuya orilla fue fundado en 1843 el barrio Arroyo Apolo; y a una librería-almacén de música de la antigua ciudad. Fue fuente de inspiración para el primer poeta cubano, Manuel Zequeira, imitador de Anacreonte y autor del drama “América y Apolo”, publicado en 1807. Su imagen caracteriza al periódico Lira de Apolo, fundado en 1820 por Ignacio Valdés Machuca; y es utilizada por Villaverde en su Cecilia Valdés, señalando al habanero José Gastón como “el verdadero Apolo de Cuba”.
Rubén Martínez Villena, tenaz luchador antiimperialista y líder comunista, continuador del legado de Julio A. Mella McPartland, fue un poeta notable cuya obra está también matizada por los encantos de la mitología griega y la sabiduría de Apolo, presentes en su composición “La medalla del soneto clásico” donde se refiere a la “…añeja forma donde Apolo ajusta / fuerza viril en gracia femenina…”; así como en sus “Motivos de la angustia indefinida”, planteando: “Sufrir el infructuoso cerebralismo insano / el cruel distanciamiento del espíritu hermano / la maldición de Palas en la gracia de Apolo”.
José Lezama Lima en su novela Paradiso publicada en 1966, cargada de erotismo y símbolos de la mitología griega, señala en una de las escenas habaneras que “el que hacía de Apolo, comandaba estudiantes”, rindiendo así homenaje a Mella, fundador de la FEU, esculpido imaginariamente como una “figura apolínea de perfil voluptuoso y voluntad que transmitía electricidad”.