Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Alguien borra las estrellas,
premio La Rosa Blanca 1993, contiene nueve cuentos que nos llevan a Palmavega, un pueblito de campo que basta estirar la mano o mirar por la ventana para apreciar la naturaleza que le rodea o mejor, convive con la población.
El vendedor de árboles, puede mover en los lectores el deseo de sembrar un árbol para sí mismos porque concluimos en que los árboles son maravillosos y hace muy bien tener un poco de campo en los ojos y ¿por qué no tener un árbol propio?
Los personajes del pueblo son tan simpáticos e interesados en hacer bien sus trabajos y ayudar a sus vecinos que dan ganas de vivir en un lugar así.
El cuento El ceniciento, nos muestra cómo nacen los chismes y las opiniones equivocadas sobre personas con las que no hemos tenido la buena y sana intención de comunicarnos. Entonces, lo más fácil es inventar cualquier chisme, y ese chisme corre de boca en boca hasta hacerse grande y creerlo todos. La lectura de este cuento te enseña que cada persona tiene una felicidad diferente y hacer lo que nos gusta da más felicidad que tener.
El relato de Dominga, la mejor dulcera del pueblito nos deja con ganas de tener una vecina así y también nos deja con la boca hecha agua al imaginar el dulce chino que cocinó para el chinito Liu Ka-Ling-bha. Los carnés de cristal del carnerero Jean son como las cosas que uno quiere ser cuando sea grande (músico, médico, bailarina, artista, marinero, etc.) Si no nos esforzamos o creemos que esos deseos o esos sueños son difíciles, si nos desanimamos o nos dejamos confundir; entonces esas ilusiones se rompen como el cristal. Hay que cuidar y trabajar por hacer y ser mañana lo que más nos alegra y más felicidad nos da.
Sólo el cuento de Hugo Valbuena, nos muestra un personaje negativo, que nació bueno pero la ambición, la envidia y la codicia lo convirtieron en un personaje negativo: siempre deseando ser rico, hallar un tesoro, hacerse poderoso en un instante, sin trabajar ni esforzarse y logra ser muy rico. Sin embargo, no logra ser feliz en un pueblito donde todos trabajan y son útiles a los demás. Su oro no le sirve a nadie y por tanto, a nadie le interesa.
Lo
mejor es los nueve cuentos del libro nos hacen reflexionar sobre muchas cosas de la vida. El autor los escribió recordando su infancia en su adorado pueblo natal: Bejucal.
Omar Felipe Mauri Sierra, narrador, poeta y ensayista, maestro en el arte de la narración con un oficio a toda prueba y muchas obras para niños y adolescentes, nació en 1959 y cumple años el 13 de abril.
