Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
La narración oral permite seleccionar historias que sutilmente establecen en los niños el significado e importancia de alcanzar la paz. La paz en el hogar es el inicio de la paz, que como un tesoro debemos cuidar.
El promotor de la lectura escogió narrar “Las palomas de la paz” y con ella dio el paso inicial para que los pequeños tuvieran una mirada interior hacia sus hogares.
Todos coincidieron en que los mayores usan malas palabras y frecuentemente, para contarse las dificultades que enfrentaron en el día. El promotor les aconsejó que no deben regañar a sus mayores ni con la mirada pues pueden recibir una mala contesta, un castigo o algo peor. Pero hay algo que podrían hacer para ayudar con su propio esfuerzo moral a eliminar esas expresiones sin siquiera molestarlos. Les sugirió que escribieran unas canciones contra las malas palabras y con dulzura las cantaran cuando fuera necesario.
El propio promotor inventó esta improvisada:
Las malas palabras, son malas palabras que ensucian el piso, las paredes y ventanas.
Las buenas palabras son lindas, son sabias y alumbran la casa.
La maestra de tercer grado tomó la iniciativa y les animó a traer sus canciones al aula. Estas son algunas de ellas:
Las malas palabras no gustan a mamá
porque si las digo, empieza a gritar
trurituritruritu, trurituritruraaaaaaaaaaa,
nunca le gustarán.
trurituritruritu, trurituritruraaaaaaaaaaa,
si las digo se enfadará.
Autora: Amira Galarraga Valdés
Las malas palabras no se pueden decir…
porque mis papás me van a corregir.
Paparapá, paparapí,
Eso no se dice porque eso no es así.
Paparapá, paparapí,
Y si digo mentira me crece la nariz.
Autora: Analía Lamonte Teja
Las malas palabras no se deben decir
pero las buenas si se pueden decir.
Mi mamá me dijo que las buenas palabras
si se pueden decir, porque son lindas
y te hacen feliz.
Autora: Erika Flores Rodríguez