Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Los años de experiencia del adulto mayor se incorporan al proceso de aprendizaje y los errores se ven como oportunidades para el mismo. Los bibliotecarios podemos sacar provecho de ese cúmulo de experiencias al incorporarlas a nuestros recursos. Rechazar esta experiencia vital es equivalente a rechazar al adulto mayor como persona y debe evitarse.
Los recursos y servicios bibliotecarios que tienen en cuenta la sicología, los valores humanos y la ética, pueden ser muy útiles para aportar calidad de vida a quienes están en plena transición a la vejez: jubilación y miedo a la adaptación a unos ingresos menores; enfrentamiento a pérdidas (trabajo, casa, cónyuge), sentimiento de impotencia, aislamiento, pérdida de motivación ante nuevos desafíos y retos que impone la realidad.
La Biblioteca Pública Provincial Rubén Martínez Villena, de La Habana, ha generado acciones de promoción de la lectura muy concretas para el desarrollo del bienestar sicológico de la tercera edad con el objetivo de que la aventura de leer y aprender, acompañe siempre a la aventura de vivir.
Así, en estos meses de otoño de 2022, cada martes, un variado trío de bibliotecarios ha llevado diversas actividades participativas a las residencias de ancianos protegidas por la Oficina del Historiador. Charlas participativas, videos históricos, sobre personalidades y sitios de La Habana Vieja, imágenes y canciones interpretadas por artistas de sus años mozos, videítos para reír y sobrellevar la edad, saberes relativos al uso de plantas medicinales y especias de la cocina cubana, sorteos y lectura en alta voz o narraciones orales que los motivan a evocar sus momentos felices, y a volver a soñar. Todo con el objetivo de que se sientan motivados a expresar sus interesantes experiencias personales que los bibliotecarios agradecemos escuchar y, en muchas ocasiones, grabamos porque aportan al conocimiento histórico de la localidad y nos muestran lo que es un amor sincero y callado.