Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Los Héroes
Solo el tiempo en tormenta
los hace y los levanta.
La lucha es la estación
en que aparecen
mientras el fuego
¡canta! (Raúl Ferrer)
Juan Gualberto Gómez
Uno de los patriotas más consecuentes con los principios independentistas que ha tenido la historia de Cuba. Destacado periodista. Nació el 12 de julio de 1854, en Sabanilla del Comendador, hoy municipio Juan Gualberto Gómez, provincia de Matanzas, en el ingenio azucarero “Vellocino de Oro”, propiedad de Catalina Gómez. Sus padres eran esclavos, que lograron comprar la libertad del niño antes de su nacimiento. Por su notable inteligencia ellos lo enviaron a estudiar a La Habana. En 1868 estalló la llamada Guerra de los Diez Años. El clima de violencia que empezaba a imperar, decidió a los padres de Juan Gualberto, apoyados económicamente por Catalina Gómez, mandarlo a Francia a estudiar el oficio de constructor de carruajes.
En julio de 1872 llegaron a París, Francisco Vicente Aguilera y el general Manuel de Quesada, para recolectar fondos para los independentistas en Cuba. Al necesitar de un traductor, Juan Gualberto fue contratado, estableciendo su primer vínculo político. En 1875 nace la Tercera República Francesa y Juan Gualberto suspendió sus estudios al obtener un puesto como periodista en la revista Revue et Gazette des Theatres. A finales de 1878 retornó a La Habana, donde conoció a José Martí. A partir de entonces nace una amistad fundada en ideales compartidos por la independencia de Cuba.
Funda el periódico La Fraternidad en 1879, pero resulta deportado por su simpatía y vinculación a los clubes revolucionarios y movimientos conspirativos de esa época. A su regreso a Cuba en 1890, José Martí lo designa como su delegado en la Isla para los preparativos de la guerra. Apresado, es nuevamente deportado y preso en Ceuta. Miembro de la Asamblea Constituyente, se destacó por su oposición a la aprobación de la ignominiosa Enmienda Platt. Después de que el 20 de mayo de 1902 se declarase a Cuba una República, supuestamente independiente, escribió como periodista revolucionario, artículos y crónicas en los que criticó las posturas pro anexionistas. Ejemplo de honestidad, vivió en su modesta vivienda en La Habana, ejerciendo el periodismo y consecuente crítico a las maniobras politiqueras y entreguistas de los gobiernos de la época. Muere el 5 de marzo de 1933, en la capital cubana, a los 80 años de edad.