Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
A Rafaela no le importaba la gloria, solo quería ser maestra, y dando rienda suelta a su hermosa vocación y haciendo valer la calidad de su espíritu, entregó toda su ternura a los niños, fundamentalmente a los discapacitados a quienes estimuló con entretenidas jornadas de trabajo que, entre el pincel y los colores, les alegraron la existencia. El Grupo de Expresión Creadora que fundó como promotora artística, estaba integrado por niños y adolescentes a los que inició en las artes plásticas y en otras ramas de la cultura.
Por más de 50 años Rafaela entregó a grandes y chicos libros de versos finos como lirios y temas diversos depositados en alrededor de 30 obras.
Convirtió su hogar en el espacio donde se guardarían miles de trabajos confeccionados por “sus niños”, los miembros del proyecto comunitario que había creado, y haría llegar la luz de su dedicación hasta centros de salud como los hospitales Frank País y Julito Díaz, para hacerles más felices las horas a los pacientes de estas edades que nunca antes pudieron sospechar el arte que se escondía detrás de sus aparentes limitaciones.
Presidió el jurado del primero y segundo Concurso Nacional “Leer a Martí” creado por la BNCJM en 1998 y 1999. Quien escribe estas líneas fungió como secretario del jurado y recuerda a Rafaela cuando, terminadas las sesiones del jurado, salía a la Avenida de Boyeros y alzaba su bastón para detener un taxi y llegar a 3ra. y 30, Miramar, donde residía, pero valiente como era ella, también la vi montar hasta en un camión que gentilmente recogió.
Con Carrusel, Rafaela destina su vocación literaria a los niños ciegos de Nuestra América. Colaboradora permanente de las nobles tareas de la UNESCO, escribió ochenta adivinanzas, de las cuales quedaron sesenta para conformar el libro de poemas-adivinanzas con ilustraciones en relieve.
Cada texto de éste su primer y único poemario para la infancia es, según su propia autora, “un juego de palabras que incita a pensar”.
Edición en Braille Edición de la Editorial Gente Nueva
Editorial José Martí, 1991 del año 2000, para niñas y niños y
Premiada con La Rosa Blanca en 1995 niños videntes.
Rafaela nació en La Habana el 24 de febrero de 1926 y falleció el 11 de marzo de 2001 tras dedicarse, con todo amor y a lo largo de su existencia, a la que hoy llamamos cultura comunitaria. Veamos a continuación algunos de estos poemas-adivinanzas:
No soy ni pozo ni río
ni fuente ni manantial…
Pero si abrieses mis frutos
pudieras tu sed saciar.
(El coco)
Reino de las cacerolas
(cuando el sofrito
nos regala su aroma)…
Quien de prisa me corta
y de cerca me ha visto,
llora que llora.
(La cebolla)
A mí me dicen conga.
Y a mí,carabalí.
Pero en Cuba nacimos.
Y vivimos aquí…
Más de una vez soñamos
con África… Quizás,
algún tatarabuelo
tendremos por allá.
(Las jutías)