Otra sugerencia de la Editorial Arte y Literatura: Dulce enemiga mía, de la autora Gutierre de Cetina, con  selección y prólogo de Roberto Manzano.

La poesía de Gutierre de Cetina aparece en todos los florilegios literarios de España. Es una de las grandes voces del Renacimiento hispánico y del Siglo de Oro. Su madrigal «Ojos claros, serenos», por su enorme celebridad, ha eclipsado el conocimiento de su obra restante, que es prolífica en sonetos, de cuya estrofa fue uno de los abanderados en la poesía española de su época, y de todos los tiempos. Con este libro, el lector cubano tiene la oportunidad de disfrutar una selección de sus sonetos y admirar la belleza formal y la profundidad psicológica que los caracteriza.

Gutierre de Cetina (Sevilla, 1520-México, 1557). De familia noble, vivió en Italia, en donde fue soldado. En ese país entró en contacto con la lírica petrarquista, leyó a Tansillo, Ariosto y Bembo, pero su lírica se inspira fundamentalmente en la del toscano Francesco Petrarca, en la del valenciano Ausiás March y en la del toledano Garcilaso de la Vega. Adoptó el sobrenombre pastoril de Vandalio. En 1554 volvió a España y en 1556 marchó a México —donde ya había estado antes entre 1546 y 1548— con su tío, que se dirigía allí como contador general. Enamorado de una tal Leonor de Osma, bajo su ventana fue herido de muerte en 1557 por un rival celoso, en Puebla de los Ángeles.