Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Ariel Ribeaux Diago apareció para literatura infantil y juvenil con una mirada diferente a la de su época, entró en ella para despertar otra forma de hacer más novedosa y a la vez real. En busca de un tiempo perdido fue su entrada triunfal en ella con el otorgamiento del Premio David 1995 y después Premio La Rosa Blanca 1997. Tres historias conforman esta obra. En la primera (En busca), parece decirnos que un hombre puede saber lo que quiere, un niño prueba aquí y allá. En la segunda (de un tiempo), quizás te haga entender que todo cambia si tú cambias y en Perdido, aprenderás a no avergonzarte de quienes te aman y a amarlos como si no tuvieras otra oportunidad de hacerlo pues Marcel, tras la desaparición de su padre, comprendió que aquel payaso de circo fue su mejor tiempo perdido. Las ilustraciones que acompañan los textos son maravillosas y se deben a la genialidad del ilustrador Sandro de La Rosa.
Nació en la Habana el 7 de diciembre de 1969 y tras ser víctima de varios disparos mientras trabajaba en Guatemala como editor de la editorial Magna Terra y subdirector de la revista cultural Magna Terra falleció el 15 de mayo de 2005 en su ciudad natal. El oro de la edad, otra de sus geniales obras, establece una relectura de los personajes de La Edad de Oro con una visión contemporánea y le mereció el Premio Ismaelillo 1997 y el Premio La Rosa Blanca 1999.