Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado

En estos tiempos difíciles, confinados en casa, la lectura puede no solo hacer llevaderas las horas.

La escritora suiza Johanna Spyri,  nació el 12 de junio de 1827 y murió el 7 de julio de1901en Zurich.

Escribió la novela infantil Heidi cuando tenía unos 53 años y hacia sólo nueve años que había publicado sus primeras historias. Sin embargo, más de un siglo después los niños de todos los rincones del mundo siguen devorando esta historia.

Editorial Gente Nueva, 2001.

Esta obra llena de inocencia, destaca la belleza de la vida en el campo y los valores familiares y sociales que la rigen. Heidi es una niña de cinco años, huérfana, que queda al cuidado de su joven tía Dete. Apenas ella  encuentra una buena oportunidad de trabajo, lleva a la niña a vivir a la aldea de Dörfli con su abuelo, a quien no conocía, y a quien los vecinos del lugar llamaban “El Viejo de los Alpes”, por ser una persona solitaria, casi un ermitaño. Heidi queda cautivada por el contacto directo con la naturaleza, el  respeto y cariño que siente por los animales es inspirador. Allí conoce a Pedro, un chico de 11 años que se encarga de pastorear las cabras de los aldeanos. Pedro recoge cada mañana las cabras del vecindario y las lleva en busca de los pastos de las montañas y las devuelve a la tarde, cuando los chicos de cada familia vienen a recogerlas. Este es el trabajo de Pedro, quien se convertirá en el mejor de Heidi y en su compañero de aventuras.

Heidi vive feliz, pero alejada de la vida social, ya que su abuelo se niega a que asista a la escuela. Estas son sus palabras: “Tengo la intención de no enviarla a la escuela…Crece y se desarrolla en compañía de las cabras y de las aves, se encuentra muy bien entre ellas. Nada malo puede aprender en esa compañía.”

Te recomiendo leer esta tierna historia en versión infantil o en versión completa. Los lectores que la disfrutaron entre los cinco y ocho años o en la adolescencia, vuelven a ella a los cuarenta y a los sesenta porque no han podido ni querido olvidarla. Ambas versiones las encontrarás en nuestra biblioteca Rubén Martínez Villena, frente a la Plaza de Armas, Habana Vieja.