Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado

Si tu respuesta es SÍ, prepárate a reír en silencio o en compañía, con las aventuras, locuras, travesuras, razonamientos y discursos absurdos y disparatados de unos escolares de secundaria básica que creen en la amistad y en el amor, como los de ahora mismo, como tú mismo. Ellos se llaman: Ricardo Armas Salteador, un muchacho al que le gusta la chica que tenga la cara cómica, los ojos grandes, catastróficos, que hable bajito, porque eso le arrebata, sin importar si no tiene las piernas gordas. Mariano Jesusón, amigo en las buenas y en las malas (que son las más) y María Virginia López de Vega que luego de hacer estallar un beso de estreno “arcoírico” se convirtió en la razón para el amor, el buen humor y el recorrido por la Isla de estos adolescentes de los años 70, cuando tus padres hacían de sus 14 años el motor de arranque hacia “el infinito y más allá”.

Gumersindo Pacheco nos regala dos obras que devuelven la literatura al lenguaje de la vida real y al devenir social de la Cuba de los años 70 y posibilita el reencuentro de los lectores con las peripecias de la pubertad y los primeros amores en aquella época. La editorial Capiro nos entrega en un volumen dos fabulosas novelas escritas por Pacheco y llenas de cubanía: María Virginia, mi amor y María Virginia está de vacaciones. Con ellas logra, sin ofender ni molestar, combinar lo tierno y lo grotesco de esa época de transición entre la niñez y la adultez.

Desde nuestra biblioteca, en el entorno histórico de la Plaza de Armas y el Castillo de la Real Fuerza, te aseguro que de leer estas obras no se arrepiente nadie.

Sindo Pacheco nació en el municipio espirituano de Cabaiguán, provincia de Sancti Spíritus, el 1 de junio de 1956.

Estas cubiertas pertenecen a sellos de diferentes editoriales cubanas, todas interesadas en tener estas aventuras en su plan. Ellas son: Capiro,  Gente Nueva y Letras Cubanas. ¿Puedes imaginar por qué? Seguro que puedes.