Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado

LECTURA EN VOZ ALTA

Todo aquel que se determine a probar en sus hijos los efectos de la lectura en voz alta, aceptará con agrado algunos consejos de la experiencia, pues ciertamente no basta con un niño en las piernas y un libro en las manos para hacerlo bien.

Hacerlo bien implica en cierta medida:

• Leer primero para nosotros mismos de manera que sepamos dónde debemos hacer énfasis, cambiar la voz, hacer pausas, etc.
• Leer expresivamente es muy importante porque se obtienen mejores resultados. Cuanto más expresiva sea la lectura más disfrutarán, más deseos tendrán de aprender a leer y llegado el día, leerán mejor que otros niños.
• Es muy bueno poner atención a lo que cada palabra quiere decir y darle la voz, la entonación, la intención apropiada. La lectura cuidadosa del texto, repetida cuantas veces sea necesario, le permitirá descubrir la importancia de palabras a primera vista insignificantes.
• La postura de nuestro cuerpo, las variaciones de la voz y la expresión de nuestro rostro, en especial de nuestros ojos, permitirán los efectos deseados.

• Pruebe frente al espejo las diversas emociones que sus ojos logran: alegría, sorpresa, alarma, temor, duda, atención, cautela, etc. El resto de sus facciones acompañarán lo que sus ojos quieran expresar.
• Reúna sus mejores destrezas para las primeras líneas y las últimas de la historia, pues las primeras serán como una bienvenida, un regocijo de estar unidos para escuchar y las últimas serán una despedida que para ser deliciosas, deberán ser leídas con marcada lentitud.

En verdad, no hay una forma exacta de leer en voz alta porque es una forma de arte, pero no tema a nada, todos tenemos algo de artistas, sólo déjalo ir y la propia lectura te guiará.

Las actitudes son más importantes que las aptitudes. Anónimo