Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Doralina de la Caridad Alonso Pérez de Corcho
Nuestra Dora Alonso nace el 22 de diciembre en Recreo (llamado Máximo Gómez a partir de 1924), término municipal de Martí, provincia de Matanzas. Hija de Adela Pérez de Corcho Rodríguez, ama de casa, de origen campesino y David Alonso Fernández criador y vendedor de ganado, nacido en una aldea de Asturias.
A la pregunta ¿Cuándo comenzó a escribir para los niños? Dora respondió:
“Empecé a escribir para niños a través de Pelusín del Monte. Creé un títere campesino, pero no con la guanajería de un niño que no sabe tirar una piedra, porque yo las tiré, bastante que las tiré. Escribí un Pelusín como es un niño cubano y el niño guajiro, como la guajira que sigo siendo yo”.
“A partir de ahí, cuando triunfa la Revolución, el padre de Abel Prieto —entonces primer viceministro de Educación— me pidió que junto a René Potts y Adelaida Clemente, hiciera los primeros libros de textos revolucionarios para los niños. Y nosotras los hicimos. Luego no me separé nunca más de la literatura infantil, por la necesidad que tenían nuestros niños. Todo lo que teníamos aquí eran libros franceses: la Caperucita, el lobo —aquí no hay lobos—, la nieve —aquí no hay nieve. En los libros de la escuela se habían escrito barbaridades como que los marines yanquis querían mucho a los niños cubanos. Me di cuenta de que nadie había pensado en los niños, ni yo. Y me dije, no, no. Vamos a hacer ahora los libros que pueda hacer Fidel con lo que nos trae”.
Lo que acaban de leer es un fragmento de la entrevista para el documental Hecha para dar cariño. Dora falleció el 21 de marzo de 2001.
Aquel 23 de diciembre de 1881 nace Juan Ramón Jiménez
Juan Ramón regala a la infancia la simpática figura de un burrito andaluz llamado Platero. “Platero –dice el poeta– es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal”. Y platero se ha quedado para siempre en el recuerdo de todos los que de pequeños –aún sin haber visto un burrito de verdad–, sentimos que lo queríamos para nosotros y ya para siempre será un regalo en el corazón.
ADVERTENCIA A LOS HOMBRES QUE LEAN ESTE LIBRO PARA NIÑOS
Este breve libro, en el que la alegría y la pena son gemelas, cual las orejas de Platero, estaba escrito para. . . ¡qué sé yo para quién. .! Para quien escribimos los poetas líricos. . . Ahora que se va a los niños, no le quito ni le pongo una coma. ¡Qué bien!
“Dondequiera que haya niños —dice Novalis—, existe una edad de oro.” Pues por esa edad de oro, que es como una isla espiritual caída del cielo, anda el corazón del poeta, y se encuentra allí tan a su gusto, que su mejor deseo sería no tener que abandonarla nunca.
¡Isla de gracia, de frescura y de dicha, edad de oro de los niños; siempre te halle yo en mi vida, mar de duelo, y que tu brisa me dé su lira, alta y, a veces, sin sentido, igual que el trino de la alondra en el amanecer!
EL POETA
Madrid 1914
El 23 de diciembre de 1944 nace Ivette Vian Altarriba
Esta mañana llamamos a Ivette a su casa para que supiera que en la Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena de La Habana, nunca nos olvidamos de ella porque es imposible olvidar sus deliciosas historias que leemos a los niños y niñas cuando queremos, como es nuestra costumbre y misión, tener un éxito seguro. Le conté que acababa de leer para unos escolares, su cuento Jardín y que por las caras que iban poniendo a medida que yo leía en voz alta, me daba cuenta de que todas las niñas tenían caras de Pinila y todos los varones caras de Nanito. Comprendí que debía desaparecer rápido y en silencio, antes de que las flores rosadas empezaran a caer y las compañeras de limpieza me regañaran.
Esta edición de Jardín te espera para meterse en tu corazón.