Por: Joaquín G. Lebredo
En: Arquitectura (noviembre 1937)
Este Hospital, proyectado y construido por el arquitecto Luis Echeverría, está emplazado en terrenos del Sanatorio “La Esperanza”, loma de San Juan, Arroyo Naranjo.
Su construcción es de cinco pisos y sótano, formada principalmente por una estructura de acero, teniendo en total un área de fabricación de 20,000 m2.
Está situado en el eje de la calle “Napóles Fajardo” del Reparto “La Esperanza” y su situación está de acuerdo con el proyecto de avenida, para un nuevo ingreso al Sanatorio, que se inicia frente a la Quinta Canaria, la que al quedar terminada facilitará grandemente el acceso a ese establecimiento benéfico.
Estas obras fueron iniciadas en el año 1929, por la Liga Nacional Anti-tuberculosa que presidía en aquella fecha el Dr. Francisco María Fernández, fallecido recientemente, quien desempeñaba en esa época la cartera de Sanidad. Como los fondos de que entonces se disponían eran escasos e inseguros, sufrió la obra varias paralizaciones, hasta el año 1936 que se terminaron los trabajos para hacer entrega del edificio al Consejo Nacional de Tuberculosis, lo que se llevó a cabo el 13 de mayo del propio año.
Tiene este hospital capacidad para 400 enfermos. En su quinta planta, se encuentran las viviendas de todo el personal facultativo, empleados y sirvientes del Hospital.
Su construcción es sólida y de líneas modernas, contando con 12 salas para 30 enfermos. Salas para pre y post-operados; departamento para pensionistas, etc., etc.
Cuenta además con una gran sala de operaciones, departamento de rayos X, floroscopía, garganta, nariz y oídos, farmacia, laboratorio clínico, etc.
Dispone de un completo servicio de elevadores para el cuerpo facultativo y visitantes, enfermos, comidas, cadáveres y ropa.
Servicio de refrigeración completo, con departamentos para carnes, viandas, pescado, leche, medicinas y una morgue con capacidad para doce cadáveres, conjuntamente con la sala de autopsias.
Cuenta con magníficas cocinas y crematorio; en el sótano se encuentra la lavandería, departamento de desinfección de ropas, calefacción, estación de bombas, planta de transformadores, calderas, garages, etc.
En la actualidad se encuentra completamente ocupado por enfermos que padecen de la terrible peste blanca y atendido admirablemente, bajo el control del Consejo Nacional de Tuberculosis.
En reciente visita de un grupo de médicos norteamericanos, especializados en Tuberculosis, se mostraron admirados del establecimiento, elogiando su construcción, que calificaron como una de las primeras de esta clase en las Américas, teniendo igualmente sus mejores frases para celebrar el orden que prevalece en el establecimiento y la excelente atención que reciben allí los enfermos.