¿Por qué Tolle, Lege? (Toma, Lee) Un día San Agustín, violentamente agitado por las vacilaciones que precedieron a su conversión, se había refugiado en un bosquecillo para meditar y oyó una voz que pronunciaba estas palabras: “Tolle, lege”. Mirando entonces un libro que leía su amigo Alipio, leyó una epístola de San Pablo que decidió su conversión.
En este número:
DE LA HABANA
– Confesiones y frases “del novio eterno de La Habana”
NOTIBIBLIO
– Homenaje a Leal
– Bibliotecarios durante la pandemia
– Actividades dedicadas a Eusebio Leal
• Exposición Leal a Roig
• Campaña comunicacional Leales a Leal
• Graduación de San Gerónimo
– Nuestros autores
• María Teresa Linares celebra sus 90 años
DEL IDIOMA
• Viajar con las palabras
A LOS BIBLIOTECARIOS
• Horizontes del Bibliotecario