Por el promotor de lectura Adrián Guerra Pensado
Eliseo Diego
Persona, poeta y crítico inolvidable en su humildad y su grandeza hubiera cumplido cien años este dos de julio.
Para una ficha breve, bastaría decir que fue fundador de la revista Orígenes; amigo de Lezama, Cintio Vitier, Fina García Marruz, Gastón Baquero y José Rodríguez Feo; responsable del Departamento de Literatura y Narraciones Infantiles de la Biblioteca Nacional José Martí hasta 1970 y redactor de la revista Unión, órgano de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba; Premio Nacional de Literatura en 1986, dos veces Premio de la Crítica, Doctor honoris causa por una universidad de Colombia y Premio Internacional de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo 1993.
La Colección Textos para Narradores, publicada por el Departamento de Literatura y Narraciones Infantiles con el auspicio de la Biblioteca Nacional José Martí y el Consejo Nacional de Cultura e inspirada por él, tenía como propósito desarrollar la narración oral y ayudar a la formación de narradores. Personajes que como hadas deberían habitar o deambular por los espacios de las bibliotecas públicas que iban creándose como red nacional.
Defensor de los cuentos clásicos, nos enseñó a interpretarlos correctamente y respetarlos en medio del arranque de una nueva literatura infantil, nacional, e imprescindible para la educación y el disfrute de la escuela nueva.
Recomendamos de su obra para niños:
Cuentos de los hermanos Grimm de Jacob Ludwig Karl y Wilhelm Grimm ; versión de Eliseo Diego ; il. de Enrique Martínez Blanco.
La Habana : Editorial Gente Nueva, 2011
Soñar despierto : Eliseo Diego ; il. Rapi Diego
Libro de poemas para niños
La Habana : Editorial Gente Nueva, 2008
A continuación, les obsequiamos estos versos tomados de su poemario Soñar despierto.
Elegía
Mi perro era negro y blanco,
la noche en él con el día,
y dentro de su mirada
vivió siempre la alegría.
¡Qué lana rebelde y suave,
qué hocico leve y certero,
y aunque chiquito, valiente,
y si valiente, ligero!
Cuando más contento estaba
su cola era un remolino.
Los perros la cola mecen:
¡la vieras tú hecha un molino!
Por el trillo del jardín
corrió feroz una tarde.
¡Y en brazos volvió, tan gacha
la oreja como su alarde!
Le tiraban de la cola
los niños con él jugando.
Su paciencia era un reproche
como quien dice ¡hasta cuándo!
Tobi se llamó mi perro
Si me preguntas por qué,
te digo: “Pues por lo mismo
que tú Pablo, Juan, José”.
¡Buen amigo, camarada!
Se me murió un mediodía.
Sin embargo, ¿no es extraño?,
me acompaña todavía.
Artes Escénicas
Reciben ambos, el matancero Zenén Calero y el santiaguero Rubén Darío Salazar, el Premio Nacional de Teatro 2020
Unidos en los años 80 en el Teatro Papalote, que dirigía René Fernández, Rubén y Zenén llegan al primer encuentro en medio del ciclo de puestas afrocubanas que nadie olvida y cuyas escenas diseñaba incomparablemente Zenén. Dos vocaciones fuertes y apasionadas que 25 años después sostienen el Teatro de las Estaciones como fundadores e incansables promotores de felicidad.
Foto tomada de página de Facebook de Rubén
Foto tomada por el autor del Estudio – Galería El Retablo (Matanzas 2012)