Habana, Junio 29 de 1923.

Sr. Director de La Noche

Ciudad.

Muy señor nuestro:

Con verdadera sorpresa hemos leído en el número de su periódico de ayer las noticias de ciertas gestiones realizadas por usted a fin de que el señor Secretario de Justicia lleve a cabo lo conducente al sobreseimiento de la causa que en el Juzgado de Instrucción de la Sección Primera contra nosotros se sigue.

Comoquiera que el acto que ejecutamos y que como delito se intenta inicuamente perseguir, fue realizado premeditada y no irreflexivamente, como se pretende, en la seguridad de que ejercitábamos con él un derecho de ciudadano, y como, por otra parte, deseamos que sean los Tribunales, premeditada y no  irreflexivamente, y no la magnanimidad del señor Regüeiferos, los que determinen, en definitiva, si debemos estar en la cárcel o fuera de ella, por la sola realización de un acto cívico, no podemos agradecerle a usted, como sería nuestro deseo y como la mera cortesía social impone, sus buenos oficios cerca de dicho señor.

Queremos también, por este medio, hacer llegar a su conocimiento, para que usted con la bondad que ha demostrado se sirva, si a bien lo tiene, manifestarlo así al ilustre Secretario, que dicho señor podrá retractarse, como es probable, pero que nosotros no nos retractaremos nunca. Las palabras que pronunciamos en la  Academia y las ideas que sustentamos con ellas las seguimos sosteniendo hoy y las repetiremos mañana.

De todos modos, reciba usted el testimonio de nuestro aprecio.

R. Martínez Villena, J. Z. Tallet, Francisco Ichaso, Cordero Leiva, L. Gómez Wangüemert, J. R. García Pedrosa, Jorge Mañach, Juan Marinello, Feliz Lizaso, José A. Fernández de Castro, Calixto Masó, José Manuel Acosta.

El Mundo, 29 de junio de 1923