ÚLTIMA PÁGINA
Como en castillo de soberbia piedra
la pequenez humilde de una hiedra
sólo alcanza una grieta del portal,
buscando el sitio que le corresponde
mi firma, que por mucho que se esconda,
ocupa aquí la página final.
Y por motivo igual —como se cuenta
de aquella desdichada cenicienta
que hubo tan sólo sitio en el fogón,
así mi alma, huérfana de gloria,
en el palacio azul de tu memoria
busca también el último rincón.
Rubén Martínez Villena
La pupila insomne (1928)