Hace mucho tiempo, pero no se olvida,
eran unos niños ávidos de amor
y eran unos hombres de ánima homicida
y eran ocho hogares llenos de pavor.
Hace mucho tiempo, rifaron la vida
de esos ocho niños trémulos de horror;
y tú, Patria mía, miraste afligida
en cada inocente morir una flor.
¡Patria! Contemplando la injusticia odiosa
fuiste más herida que la Dolorosa
cuando vio temblando la crucifixión:
ella tuvo siete dolores fatales
¡y esas ocho muertes, cual ocho puñales,
se clavaron todas en tu corazón!
Rubén Martínez Villena
Mensaje lírico civil (1919)