Abajo, roca y aguas: el multífono grito
de las olas que rompen; y a su caricia ruda,
con un cendal de espumas la base de granito,
alternativamente, se viste y se desnuda.
Y arriba, vergue el faro su construcción aguda;
—el faro, que es la estatua del Cíclope del mitoaltivo,
como el símbolo de una soberbia muda;
solemne, como un dedo que apunta al infinito.
¡El faro!… Luminoso rey de las lejanías…
Titán que vio por siglos la muerte de los días.
Contemplador de mudos solares misereres,
la vesperal tristeza petrificó sus músculos,
¡y aún guarda en el cerebro —loco de atardeceres—,
el sueño de la última llama de los crepúsculos!…
Rubén Martínez Villena
La pupila insomne (1922)