Por: Emilio Roig de Leuchsenring
En: La Habana de ayer, de hoy y de mañana (1928)
Si extraordinarios han sido el crecimiento, el engrandecimiento y la transformación que ha experimentado la ciudad de la Habana en el cuarto de siglo que lleva nuestra patria de vida republicana, nuevas e importantísimas obras de ensanche, embellecimiento y mejoramiento se han acometido ya, tanto por el Gobierno Nacional como por el Municipal, que han de convertir en breve plazo esta ciudad en una de las más bellas del mundo, para disfrute y orgullo de sus habitantes y atracción y admiración de los extranjeros que la visiten.
En lo que se refiere al Gobierno Nacional, además de las obras que acaban de realizarse del nuevo y bello parque de el Maine; de la entrada y gran escalinata de la Universidad, arreglo de sus jardines y del aula magna y terminación de las Facultades de Derecho y de Ingenieros; y parte de la Avenida de las Misiones, frente al Palacio Presidencial, se continúan y quedarán en breve terminadas, las obras del Malecón, hasta el final de El Vedado y las del Palacio del Congreso, que será uno de los mejores capitolios de América. Se han empezado, también, los trabajos para el arreglo del Campo de Marte y del Paseo de Martí, frente al Capitolio, que han de formar parte de los jardines que circundarán el Palacio del Poder Legislativo, y en los que aparecerán, debidamente situados, el árbol de la fraternidad americana, conmemorativo de la celebración en esta ciudad de la Sexta Conferencia Internacional Americana, la Fuente de la India y la fuente de Neptuno que hoy se halla en otro parque.
Pero no es eso sólo. Se encuentra ya estudiado y ha empezado a ejecutarse, un plan general de ensanche, embellecimiento y mejoramiento de la Ciudad, iniciativa del actual Secretario de Obras Públicas, Dr. Carlos Miguel de Céspedes, que comprende, según datos que tomamos de la conferencia que uno de los ingenieros que trabajan en esa obra, dio hace poco, el Dr. Pedro M. G. Chacón, “no sólo una serie de boulevares, avenidas, calles, paseos, que entrelazándose con los existentes, vengan a formar la red de distribución para mejorar el movimiento inter-urbano, sino a la par encauzar y aumentar el fomento y ornato de la urbe, dotándosele de squares, plazas, lugares abiertos y parques para solaz y esparcimiento de sus habitantes, teniéndose en cuenta también la mejor manera de procurar la descongestión de los distritos comerciales; completando ese estudio los enlaces con las carreteras existentes y los caminos que unen la ciudad con los distintos centros de población agrícolas e industriales“.
El punto central o de partida para el desarrollo de este plan es uno de los lugares más estratégicos de la Habana: la llamada Loma de los Catalanes o de los Jesuítas.
El plan tiene dos partes, una referente a las obras que se han empezado ya a realizar en el puerto; otra, las correspondientes a la ciudad.
La primera abarca la construcción, ya mencionada, del Malecón, en todo el litoral que hace frente al Golfo, en una longitud de 16 kilómetros y el amaleconamiento desde la entrada del Puerto o sea el Castillo de la Punta, a la Farola de Neptuno en la antigua Capitanía del Puerto, ganándose al mar una extensión de 111.000 metros cuadrados, que serán destinados para levantar allí palacios y oficinas públicas pertenecientes a las distintas Secretarías del Despacho.
En la parte de las obras que corresponden a la ciudad propiamente dicha, por frente al Palacio Presidencial, va la gran avenida de las Misiones, con su escalinata, terraza y embarcadero, por donde desembarcarán las altas autoridades, diplomáticos, misiones, etc., que nos visiten. Se conservará, debidamente restaurado, el Castillo de la Punta. En la Avenida de las Misiones, en parte construida, que llega desde la gran escalinata que da al mar y-termina» en el Palacio Presidencial, se levantará en la plaza de la Independencia, el monumento al General Máximo Gómez. A la derecha e izquierda de esta plaza se levantarán el Palacio de Justicia y la Secretaría de Estado.
La Avenida del Puerto vendrá a ser la prolongación de la antigua Avenida del Malecón hasta la Capitanía. En una capilla dentro del Palacio de Justicia irá el lienzo de pared frente al que fueron fusilados los estudiantes de medicina, el 27 de noviembre de 1871.
En lo que hoy hace la Plaza de Armas, sólo quedarán en pie, el Palacio del Municipio, el Castillo de la Fuerza, el Templete y el palacio del Segundo Cabo.
La red de Grandes Avenidas tiene su punto de partida en la ya mencionada Loma de los Catalanes, donde se construirá la Gran Plaza de la Libertad, y se erigirá el monumento a los Mártires de la Patria. Tendrá esta plaza un área de 218.916 metros cuadrados, de los que 197.916 se destinarán a parques, y de ella arrancarán seis grandes avenidas: la Terminal, la de Palatino, la de Marianao, Colón, Retiro y de Jesús del Monte, que enlazarán con otras que abarcarán las comunicaciones con todas las zonas y barrios y repartos de la Habana.
En la Avenida de los Presidentes, en el Vedado, próxima a ser arreglada y hermoseada, se erigirá este año el monumento al General y Presidente José Miguel Gómez. Esta avenida ostenta ya en toda su extensión una doble hilera de palmeras que le dan un típico y bello carácter criollo.
En lo que se refiere al Gobierno Municipal, son también importantísimos los planes existentes para engrandecer y embellecer la ciudad de la Habana y que en breve plazo comenzarán a ejecutarse, formando ellos, en su casi totalidad, parte de las iniciativas y labores queden lo que a obras públicas concierne, ofreció y se propone realizar durante su período ejecutivo el actual Alcalde de esta ciudad, Dr. Miguel Mariano Gómez y Arias .Otros de estos proyectos corresponden a acuerdos de la Cámara Municipal, que el Ejecutivo se ha apresurado a impartirle su aprobación por estimarlos altamente beneficiosos para la ciudad y porque muchos de ellos constituyen el primer paso para realizar proyectos detenidamente estudiados por la Alcaldía.
Ya ésta, en el año que tiene de administración, ha llevado a cabo diversas obras de arreglo y mejoramiento en edificios públicos de la propiedad del Municipio, como son el Mercado de Colón, el Depósito Municipal, el Mercado La Purísima, Estación de Bomberos Magoon, Asilos Diurnos y Nocturnos, Casas de Socorro, Creches y otras, debiéndose hacer resaltar la admirable restauración ejecutada en el Templete, monumento histórico que, como ya vimos en la primera parte de este libro, rememora la celebración del primer cabildo habanero y según la leyenda, también de la primera misa.
En toda su fachada, columnas, etc., se le ha quitado hábilmente el repello que tenían, dejando al descubierto la piedra de magnífica calidad y bella presencia, utilizada en su construcción. Análogamente se ha hecho con las verjas y adornos de bronce que estaban cubiertas por varias capas de pintura; realizándose finalmente otras obras de carácter artístico.
Se han abierto también al servicio público dos nuevas creches, e instalado en amplio y céntrico edificio la Banda y Escuela Municipal.
Entre las obras que inmediatamente se acometerán por el Ejecutivo Municipal, solo vamos a citar las más importantes, y entre estas figura en primer término la reconstrucción del Palacio del Municipio, antiguo Palacio del Gobierno, que como también vimos ya, es el más bello edificio, típicamente colonial, que posee la Habana, y al que se le quitará toda la torta o repello exterior para que pueda lucir en su belleza artística, como el Templete, sus gruesos y sólidos sillares de roca conchífera, realizándose otras modificaciones en su interior, de tal manera que quede convertido en un verdadero monumento nacional, no sólo por su valor histórico sino también por el artístico y como tipo representativo que es de construcción española de los tiempos de la colonia. Se le dotará asimismo del mobiliario adecuado, a la altura de lo que debe ser el Hotel de Ville de una ciudad capital de la importancia de la Habana.
En terrenos adecuados del Municipio se han de construir también parques, Hospital de Maternidad, Bolsa del Trabajo, Escuela Modelo, Matadero, Asilo para niños, Hospital para enfermedades venéreas y de la piel, Pabellones para tuberculosos, Balneario, Stadium, Auditorium Nacional, Campo de Sport Público, Crematorio, Cementerio, tres nuevos Asilos diurnos y nocturnos, Creches, tres nuevas Casas de Socorro y Necrocomio.
Todas estas obras no son meros planes especulativos, sino proyectos, unos en vía ya de realización, otros presupuestados y en estudio para su inmediata ejecución.
Con todas ellas y con las que por su parte está realizando o se propone realizar el Gobierno Nacional, la Ciudad de la Habana, en plazo muy breve, será una de las capitales más bellas, grandiosas y atrayentes de América y del Mundo.