Por Regla Perea, directora de la Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena

Dedicado a Rosa Cristina Báez Valdés

Te conocí hace muchos años en nuestros encuentros por la carrera de Bibliotecología. Nos unía a ambas la pasión por los libros y Víctor, compañero de escuela tuyo y mi compañero en la vida; además de una gran amistad con tu hermana, con quien compartí -al igual que contigo- el trabajar juntas en una misma biblioteca.

Cuando supe de tu muerte me entristecí mucho, no solo por la pérdida de una gran amiga sino por ese vacío que nos dejas querida Polilla, pues solo tú, enamorada de la filantropía, viste cuánto se podía hacer por la cultura de nuestro país con esa nueva herramienta, la plataforma de blogs en la Red y desde este nuevo espacio. Nos informabas de cosas de la especialidad y de las nuevas tecnologías; después comenzaste a luchar más duro en la esfera de la política y hablaste como nadie de nuestra realidad, de los pueblos oprimidos, de luchar por nuestros cinco hermanos y de tantos temas que la lista sería infinita.

Hoy contamos con miles de amigos gracias a ti Polilla, pero la noticia de que ya no estás en la Red nos ha puesto a todos muy triste, aun cuando estábamos al tanto de tu enfermedad.

Me niego a no tener a la amiga del otro lado del teléfono, a no leer por las mañanas tus noticias en la Red, porque siempre hablamos de proyectos y de cosas por hacer. Mira, Polilla, las personas como tú no mueren, porque está tu obra y porque donde estés ahora continuarás luchando por tus sueños, nos mandarás mensajes y harás una nueva Red para continuar tu labor bibliotecaria.

No te digo adiós, sino “Espero tus señales”.