Por Juventud Rebelde
3 de octubre de 2011
«Siempre me ha conmovido que un joven tan talentoso haya tenido el valor de cambiar su brillante porvenir por ser un organizador de huelgas, un militante, un luchador social. No muchos seres humanos dejan señales como esa.»
Así respondió Silvio Rodríguez en una entrevista al preguntarle las razones que lo llevaron a convocar un concurso para musicalizar la poesía de Rubén Martínez Villena. Tammy López Moreno con su disco La luz es música resultó ganadora de la convocatoria de los estudios Ojalá para rendir homenaje al autor de La pupila insomne.
A continuación reproducimos fragmentos de un diálogo con la joven compositora:
– Tammy, eres graduada del Instituto Superior de Arte, y tienes un trabajo con agrupaciones importantes de nuestra música, como Interactivo, pero ¿cuál ha sido tu experiencia antes de llegar a este resultado de ganar el concurso convocado por Silvio Rodríguez para musicalizar la poesía de Rubén Martínez Villena? ¿Quién es Tammy?
-Tammy es una joven cubana como otra joven cualquiera. Sencillamente descubrí que hay enseñanza de música desde pequeña, me enteré en segundo grado. Tenía seis años, cuando fueron haciendo captaciones por la escuela, me presenté, hice las pruebas de aptitud y tenía algunas condiciones para el violín. Entré en el conservatorio Guillermo Tomás, el que queda en Guanabacoa, y allí empecé a estudiar el violín a los siete años. Estuve unos años allí, y después me fui al conservatorio Manuel Saumell, con Augusto Diago que ha sido mi maestro, al cual le agradezco toda mi aprendizaje del violín. Estuve hasta noveno grado en la Saumell, donde después hice mi pase de nivel y entré en el consevatorio Amadeo Roldán que es el nivel medio profesional, pero no quise quedarme ahí, quise hacer las pruebas de ingreso al ISA y me gradué en el 2006.
Ya en el Amadeo, tuve algunas inquietudes de hacer otro tipo de música que no fuera clásica. Estuve incursionando con la camerata Romeu, interpretando temas más cubanos como “La bella cubana” y otros arreglos que Zenaida (Romeu) también hace y que me sacaban un poco de la música más clásica, que es lo que se enseña en la escuela. Estuve haciendo a la par cosas con Roberto Carcasés, que ya era otra sonoridad completamente diferente, a raíz de eso conocí a Yusa que estaba empezando su proyecto como cantautora y a Haydee Milanés, y vi como cada una pudo hacer su proyecto, cómo componían sus canciones. También me sirvió mucho poder grabar en los discos de esas personas, en los Descemer Bueno, en los de Kelvis Ochoa, y adentrarme en otras músicas más cubanas.
Desde chiquitica me encantaba Van Van, la Orquesta Jorrín y la Aragón; en fin, me nutrí mucho de esa música. En mi adolescencia escuché mucha trova, a Silvio, a Pablo, eran como los consejeros de mi adolescencia y creo que también el feeling; Elena Burke, que es mi preferida. Se me fueron como que pegando un poco y bueno, pues en algún momento tuve algo, se me estremeció mi vida a raíz de un amor y a partir de ahí tuve la necesidad de componer y empecé a componer y a desarrollarme como compositora. No tenía quizás toda la información que necesitaba para poder expresarme musicalmente y acudí a veces a Roberto (Carcasés) pidiéndole ayuda, y cuando tuve los temas armados se los mostré a Bobby, quien me abrió su espacio y me invitó a sus conciertos en repetidas ocasiones, donde pude cantar mis canciones por primera vez. Me di cuenta que podía hacerlo, de alguna forma había una aceptación.
Le tenía mucha fe a lo que estaba haciendo y empecé a maquetear el demo Cambios con mi hermano, que es guitarrista y me ayudó; todas las guitarras las grabó él en ese trabajo. Hice una banda que empecé a formar con músicos jóvenes, porque generalmente los músicos ya más grandes no tienen tanto tiempo de estar ensayando mucho y me interesaba hacer un proyecto que fuera muy cómodo trabajar juntos y eso se logra ensayando y ensayando repetidas veces. Hice esta banda que se llama Pura cepa, con la cual estoy defendiendo las canciones.
Antes de hacer el disco Cambios me pasó una cosa genial. Estaba viviendo mi vida y un buen día me entero de que se lanzó una convocatoria para musicalizar a Rubén Martínez Villena y que la lanzaba nada más y nada menos que Silvio Rodríguez. Era muy atractivo, de alguna manera poder llegar a la escucha de él y pues me adentré, encontré el libro…
-¿Tú conocías antes a Villena?
-Bueno de Villena te puedo decir que conocía el Villena revolucionario, que te dan en la escuela en Historia de Cuba, eso era lo que conocía.
-¿No lo habías leído como poeta?
-Nunca, nunca. Eso es una de las cosas que le agradezco a Silvio y a este concurso; que gracias a él conocí esa inmensidad que después despertó esas cosas que son la música que hoy tiene este disco, con ese disco experimenté varias cosas. Primero me di cuenta que me hacía brotar lo que decía Villena una música más madura que la que había compuesto para mis mismas letras. O sea, creo que las cosas que decía Villena, no sé, algo me movió allí que salio una música que me gusta. Estoy complacida con eso.
-Villena nunca se hubiera imaginado que entró en el guaguancó…
-Logré encontrar diferentes ritmos. Por ejemplo, elegí poemas que tuvieran que ver con mi vida, como Celos eternos que es un poema que plantea sencillamente la realidad de cualquier hombre común y corriente que tiene sentimientos posesivos hacia otra persona, hacia su pareja, y eso es como que muy cubano. Casi todos los cubanos son celosos, es como el sentido de pertenencia y es bonito que una persona como él haya sentido así y lo haya podido plasmar en un poema como ese. Hice también El faro. Con Celos eternos lo que hice fue un guaguancó, porque el guaguancó también es un género tan machista…
También hice un son con el poema Motivos. Hice un chachachá con Ironía. Con El farome imaginé en el Morro, y salió un afro, que tiene que ver el ritmo, con Olokun, que es el arrecife, que es lo que está en los bajos del faro que está hecho de piedra y que también representa todo, desde que empezó La Habana hasta nuestros días. Agradezco mucho haber podido participar en esto y le agradezco a Villena que me haya despertado estas sensaciones y estas cosas.
Pienso que va a ser muy importante este disco que ya hemos grabado en la disquera Ojalá. Tuve la suerte además de que Silvio Rodríguez cantara en uno de los temas; nada más y nada menos que en Insuficiencia en la escala y el iris.
También tuve la suerte de que él me ayudara con la voz, porque yo no me considero cantante. Estoy por primera vez mostrándome como cantante, mi vida es de violinista. Como que me ha dado siempre un poco de miedo cantar y no tengo quizás el conocimiento necesario para hacerlo y él me dio algunos consejos allí, me ayudó a encontrar paz a la hora de grabar las voces, que es muy importante para no transmitir la ansiedad de uno mismo y del día a día. La energía que recibí de él fue como de apoyo, como de que confiara en lo que estaba haciendo, y eso es importante también porque a veces uno emprende algo y si lo que te rodea no fluye…
Pienso que ha sido una experiencia grandiosa para mi vida y que va cambiar todo, este disco La luz es música. Mi carrera como músico creo que va empezar ahora.
-¿Qué receptividad tuvo el concurso?
-Al concurso se presentaron 25 personas, entre los cuales habían bastantes personas adultas, le digo adultas a los mayores de 30 años, y también algunos jóvenes. En mi caso ni me imaginé para nada que ni siquiera podría competir con ninguno porque eran ya personas conocidas, algunas consagradas.
Nunca en mi vida había musicalizado nada, jamás. Era la primera vez que lo hacía y no tenía ni idea de qué iba ni de si lo hacia bien. Me sorprendió realmente lo que pasó, para nada esperé ganarme ese premio.
-Silvio convoca a una cosa como esta que no es precisamente para la promoción de su obra, sino para estimular ese encuentro con la obra de un escritor cubano que no es suficientemente conocida, ¿Qué tu piensas de eso, qué valor le ves?
-Sí, muchisímo. Pienso que de este concurso no solamente las personas que concursaron son privilegiadas, sino también Villena, porque es como rescatarlo…
-Traerlo a la contemporaneidad…
-Exactamente, y sobre todo llevarlo a cada cubano. Porque de la manera en que se musicalizó, lo mismo el trabajo mío que el de los otros premiados va a llegar. Porque a la vez que un poema tú lo haces música llega mejor. La lectura es divertida pero la música más aun, o sea, fluye más. La manera en que se musicalizó este disco es para que la gente pueda bailar y cuando se encuentren cantando digan: «coño, que letra esa, ¿de quién es esto de Villena?… ¡de Villena!» Ese es el contraste y pienso que sí, que va a pasar, como mismo yo que soy una estudiante de música y que debería conocerlo más que cualquier otra pesona… Les va a llegar en forma de música y van a poder disfrutar y van a poder conocer la poesía.
-Hay un antecedente del propio Silvio que de seguro escuchaste: la “Tonada para dos poemas de Rubén“, con el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC.
-Sí. Eso que se hizo en esa época y como que se había perdido, había como un apagón de gente musicalizando poesía. No había más nadie haciéndolo, realmente, y ahora después de que él convocó este concurso, es increíble. Increíble, ahora todo el mundo está musicalizando. Eso como que ha motivado a más jóvenes.
Es bueno. Porque a veces redundamos en las mismas letras que no dicen nada y hay tantas cosas bien escritas que se pueden volver a decir con música.
Creo que esa música la va a escuchar mucha gente, no solo porque pueda ser bailable si no porque es increíble también la vigencia de esa letra, de lo que dijo Villena en aquel momento, como la tiene todavía ahora y puede ser hasta una cosa muy saludable para el pueblo de Cuba.
-Ayuda a pensar y a sentir…
-Ayuda a pensar y a sentir, de verdad.
-El disco se llama La luz es música por el primer verso de “Insuficiencia de la escala y el iris” ¿Por qué escogieron ese nombre?
-La idea fue de Silvio y a mi me encantó. La luz es música, eso lo dice todo: tú le das la luz, es como si tu iluminas a una persona, tu le estás dando lo que ella hace. Si es pintora, es pintora; si es músico, es músico; si es escritor, es escritor…Yo pienso que es una manera de plasmar el hecho de brindarse, es como darse.
-Y es también el desafío del artista. “La insuficiencia de la escala y el iris”, no puedes expresar todo, siempre queda algo por decir… Esa incapacidad de acercarse al todo, como que hay cosas más allá…
-Este título me gusta más. Habíamos pensado en Motivos pero al final La luz es música era aplastante, de verdad. Me gustó, así y ya. En cuanto me dijo “¿qué te parece?”, respondí “ese es el título”. También tenemos la dicha de que Fabelo, que es un gran artista, y me encanta, ha hecho todos los dibujos del disco.
Ha sido un esfuerzo grande, porque el solo hecho de asumir todo lo que es hacer un disco, y no es solo uno, son siete discos del concurso.
Había finalistas con trabajos muy buenos, además del otro premio y Augusto Blanca que fue mención especial. Silvio sabe lo que es musicalizar poemas, es un trabajo complejo y que lleva tiempo, dedicación y entrega. Como que habían tantas cosas bien hechas que él no quiso pasar por alto los buenos trabajos de los finalistas, e hizo como una compilación de cinco discos más con lo mejor de los finalistas; va a asumir siete discos.
En la manera en que se convocó ese concurso fue hecho para todo aquel que quisiera hacerlo de corazón, no buscando más nada. Fue un concurso en que, incluso, él no habló del premio que dio en metálico, la convocatoria no lo decía.
Fue por estar ahí y decir: «él va a escuchar esto, porque si él pide esto es porque se va a sentar a oir lo que pidió». No sé cuantas personas hacen eso.
Se había perdido ese escalón de Villena y él como que lo retomó muy fuertemente. Hacía falta, porque mira qué importante todo lo que tiene para mostrar.
… Creo que me van a tener para rato y con mi banda Pura cepa voy a montar toda la música de Villena, más mi música y voy a ir hasta al último rincón de Cuba y del mundo, si me toca, a defender esta música.
(Tomado de CubaDebate)