Varias han sido las instituciones que se sumaron a la celebración del 80 cumpleaños de la Dra. Carmen Almodóvar. La Biblioteca Pública “Rubén Martínez Villena” no pudo dejar de homenajear a una de sus personalidades e invitó con este propósito a profesores, estudiantes, bibliotecarios, familiares y a otras personas que conocen de cerca a esta historiadora. Anécdotas, vivencias, experiencias, recuerdos, pero sobre todo agradecimientos colmaron la Sala de Actos de la biblioteca el mediodía del 10 septiembre de 2010.
En medio de un ambiente sencillo y desenfadado los “Chicos Almodóvar”, hoy jóvenes profesionales, evocaron la etapa estudiantil. Dialogaron acerca del Taller Las Ciencias Sociales a Debate, dirigido por la doctora durante diez años, del que formaron parte, algunos incluso desde sus inicios, en el Salón de los Mártires de la Universidad de La Habana, en Altos Estudios (L y 27), en el Instituto de Historia de Cuba y en la Fragua Martiana.
Elogiaron la manera especial de Almodóvar para interesar en sus clases a los estudiantes por el conocimiento de la cultura en general y resaltaron la importancia de su Historiografía.
Varios de los presentes confesaron que deben a ella el “haber descubierto el amor a la historia y a la profesión de historiadores” y reconocen la oportunidad que da a los jóvenes. Estiman que “hablar de doña Carmen es un verdadero privilegio, como lo ha sido conocerla y disfrutar de su amistad”, “es pensar cómo podemos tratar de ser mejores”, porque “es de esas personas que dedican su vida a ayudar e influir en los demás”.
Atraída por espacios como el Aula de la Cultura Cubana de la biblioteca, dedicado a la reflexión y el debate de temas relevantes de la cultura cubana, el mundo de la información y en especial, época y quehacer de la vida y obra de Rubén Martínez Villena, Almodóvar consideró necesario retomar este tipo de encuentro donde se exponen resultados de investigaciones históricas, se evidencia la interrelación entre las distintas disciplinas (historia, psicología, sociología, pedagogía) y los profesionales descubren otra vía de retroalimentación.
Carmen arriba a sus ochenta llena de vida, entusiamo, optimismo, y con deseos de seguir haciendo. Ha roto formalidades y ha ido más allá para confraternizar con sus alumnos.
Disfruta a plenitud los éxitos de cada uno de ellos, hace suyos estos logros, y se llena de satisfacción cuando la hacen parte de sus decisiones. Conquista por su capacidad para estimular, convocar, pero especialmente de entrega.
Y estas son las cualidades que “la hacen muy MAESTRA”.