La Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena celebró este 24 de febrero de 2009 su aniversario 49 de fundada con un conversatorio sobre el libro “Presencia de Cuba en la historiografía española actual”, a cargo de la Dra. Carmen Ana Almodóvar Muñoz, autora de la antología crítica.
Durante el conversatorio, la historiadora señaló lo siguiente:
El presente estudio es sólo una aproximación al tema escogido, en tanto la grey de americanistas hispanos ha producido muchos más títulos que los que hoy se atesoran en las bibliotecas cubanas, tanto públicas como privadas; y solamente de estos fondos me he nutrido para elaborar el trabajo.
Sería pretencioso por mi parte abarcar de una sola vez una labor de esa magnitud. Mi objetivo es mucho más modesto, lo circunscribo al examen de trabajos relacionados con temas referidos a la historia de Cuba que, a mi juicio, han reclamado el interés de múltiples especialistas en los últimos años y/o han contribuido, en alguna medida, a renovar o enriquecer la historiografía hispana.
La presencia de la inmigración y el 98 están harto justificadas. Son temas recurrentes, de vital importancia para nuestra común historia. A esto se añade la amplísima convocatoria realizada por España con motivo del 500 Aniversario de la llegada de los españoles al Nuevo Mundo y del Centenario del 98, que provoca un sinnúmero de publicaciones -algunas, de reconocido valor- sobre estas líneas de trabajo.
Incluyo la historia económica de Cuba, en tanto la historiografía española se ha enriquecido, contemporáneamente, con obras que han ayudado al notable desarrollo del conocimiento sobre esta importante problemática, particularmente lo que atañe a los siglos XVIII y XIX, los cuales han contado con la preferencia de los investigadores.
También se toma en consideración un grupo de trabajos, mayoritariamente inscritos en la esfera del movimiento científico cubano, de los que no he querido prescindir, habida cuenta que algunos responden a un resultado conjunto, hispano-cubano, cuyos frutos investigativos han proporcionado nuevos e importantes elementos acerca de la historia del referido movimiento.
Los textos antologados constituyen, de hecho, un reconocimiento al quehacer de un grupo de historiadores españoles, que han demostrado un profundo interés por la historia de Cuba y cuyos aportes han coadyuvado al desarrollo de las historiografías española y cubana.
Sin el apoyo de muchos colegas y amigos no hubiese podido realizar la tarea impuesta, por tal motivo quiero expresar mi gratitud a todos ellos. En primer término, a la Agencia Española de Cooperación Internacional y a Alberto Virella, Consejero Cultural y de Cooperación de la Embajada de España en Cuba, por la confianza depositada en mí, apoyando este proyecto.
Las palabras estimulantes de Ana Tomé y José María Rodríguez Coso, unidas a las de algunos historiadores españoles -Consuelo Naranjo, José A. Piqueras, María Dolores González Ripoll e Inés Roldan han contribuido a que llevase adelante la comprometida empresa. Me siento obligada con Elena Hernández Sandoica, quien siempre ha prestado su colaboración a los investigadores cubanos.
Debo recordar a Orieta Álvarez y a Josefina Suárez, camaradas de siempre, que han soportado mis «tribulaciones» acerca de las dificultades confrontadas para cumplimentar los objetivos propuestos.
No puedo olvidar a Georgina Jiménez y a Marial Iglesias, que han resistido estoicamente mis largas «descargas» sobre el 98 y los imaginarios cubanos. María Victoria Guevara e Imilcy Balboa también han sobrevivido, increíblemente, a mis «cartas de llamada».
Un especial recuerdo para Sergio López por sus valiosas opiniones y su sostenido aliento.
Agradezco la generosa actitud de un grupo de colegas: Mercedes García, Gustavo Placer, María del Carmen Barcia, Dolores Guerra, Alejandro García, Leyda Fernández, Reynaldo Funes, Marial Iglesias, Enrique López e Imilcy Balboa, que me han facilitado libros y revistas especializadas. Hago extensiva la gratitud a la Sociedad Canaria -en particular a Carmelo González y a Alfredo Martín- por haber puesto a mi disposición los fondos de la biblioteca de la referida Sociedad.
En el libro se incorporan criterios de especialistas cubanos sobre las obras que han sido seleccionadas para antologar algunas de sus páginas. Con total desinterés han respondido al llamado: María del Carmen Barcia, Áurea Matilde Fernández, Mercedes García, Gloria García, Dolores Guerra, Alejandro García, Orestes Gárciga, Julio César González, Mercedes Valero y Osear Zanetti. El solidario gesto no puede caer en el olvido.
Mucho me han ayudado Pedrito e Isabelita, fotocopiándome un sinnúmero de textos. Tampoco puedo desconocer la participación de Manuel Suzarte en esta tarea: a él debo críticas y atinadas sugerencias. Imposible olvidar a Irina, apoyándome «logísticamente» en todo momento.
Por toda la cooperación que me han dispensado sólo puedo reiterarles las gracias.
En este conversatorio se reconoció al trabajador Adrián Guerra Pensado, especialista de la Sala Infantil-juvenil, a quien le fuera entregado durante la recién finalizada Feria Internacional del Libro de La Habana 2009 el premio “La Rosa Blanca”, por toda la labor realizada durante más de 35 años de trabajo cultural para los más jóvenes de la familia cubana.